tag:blogger.com,1999:blog-85335374030237184802024-03-02T22:03:42.780+01:00Yo no soy una influencer(si acaso una mala influencia)
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.comBlogger463125tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-88830483867199745952024-03-02T21:49:00.004+01:002024-03-02T22:03:09.801+01:00Jodie Foster y las demás "avejentadas y feas"<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><b>Carlos Boyero</b> la ha vuelto a armar. A pesar de estar, como quien dice, en retirada, su colaboración semanal en el programa de la Cadena SER ‘La ventana’, opinando sobre películas y series, le permite seguir pontificando sobre algo tan subjetivo como el arte cinematográfico. Sin embargo, el motivo de la polémica esta semana no ha sido tanto su crítica profesional sobre la última temporada de ‘True detective’ como su manera de referirse a su protagonista, <b>Jodie Foster</b>.</span></p>
<center><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">🎬El 'palo' de Carlos Boyero a una de las series más famosas del momento: "La he terminado, pero sigue sin interesarme" <a href="https://t.co/QCh8ItgjSx">pic.twitter.com/QCh8ItgjSx</a></p>— La Ventana (@laventana) <a href="https://twitter.com/laventana/status/1762913724317196728?ref_src=twsrc%5Etfw">February 28, 2024</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script></center>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Mira que quiero yo a Jodie Foster desde que era una niña y aquí no me gusta ni verla ni oírla. Está como <b>avejentada</b>... Es que ya es muy mayor, pero digamos que hay gente que envejece de una forma y otra de otra. Y a mí, aquí, yo creo que hay planos que la maquillan para que esté más <b>fea</b>", suelta sin despeinarse un señoro de 70 años, cara de cráter y aspecto de oler como poco a rancio, sobre una mujer de 61 que está interpretando un papel de jefa de Policía en Alaska. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Debo confesar que no he visto la serie, pero sí a la actriz en pantalla interpretando este papel porque el padre de mis hijos se ha tragado cada capítulo y, accidentalmente, me he topado con alguna escena cuando iba a lo mío. Cosas de la convivencia. Al principio me costó reconocerla. Luego me llamó la atención lo natural de su caracterización y terminé viéndome reflejada en su personaje por el triste cabello que compartimos. Ninguna de estas reflexiones las verbalicé.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlSIHAUgCsCjBcOEQxGx6PSeEmc0r9Ff3C_vsn7GGCKgSsLaZAXny5igKCrArb9GyIfzYoPT4E3o5cMxppSIme6QkzGn54b23uWhtupE_P2eXNquP4Dho9pc_v4pcZwtfw6m-BxZOFU0eKcGew0fJi3lDKazlmv_PNG64xYdQcPVpItgJISEbOTvCGo9US/s960/806404-true-detective-saison-4-un-premier-teaser-avec-jodie-foster-203x2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="960" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjlSIHAUgCsCjBcOEQxGx6PSeEmc0r9Ff3C_vsn7GGCKgSsLaZAXny5igKCrArb9GyIfzYoPT4E3o5cMxppSIme6QkzGn54b23uWhtupE_P2eXNquP4Dho9pc_v4pcZwtfw6m-BxZOFU0eKcGew0fJi3lDKazlmv_PNG64xYdQcPVpItgJISEbOTvCGo9US/w640-h426/806404-true-detective-saison-4-un-premier-teaser-avec-jodie-foster-203x2.jpg" width="640" /></a></div><span><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Creo recordar que mi conviviente sí mencionó algo sobre el aspecto de la Foster, un tipo de comentario que suele hacer sobre mujeres que alguna vez consideró ‘sex-symbols’ y que el cruel paso del tiempo ha privado de esa etiqueta. Suele escocerme escucharle en esos términos porque siento que, si piensa eso de una 'celebrity', a saber qué se está callando sobre la decadencia de quien duerme junto a él. También me fastidia porque no suelo escuchárselos con tanta frecuencia a propósito de hombres que van haciéndose mayores. Debe ser que ellos nunca envejecen mal.</span></p></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Boyero no es el único que se ‘traumatiza’ cuando descubre que una mujer icónica empieza a reflejar los efectos de la edad, signo inequívoco de que está viva. Son muchos los hombres que, todavía hoy, cultivan la fea costumbre de criticar públicamente el físico de las mujeres maduras, famosas y anónimas, aunque ninguno de ellos, curiosamente, suela destacar por su extraordinaria belleza o perfección estética.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Para Boyero (y los demás), lo ideal sería que Jodie Foster (y las demás) mantuviéramos el aspecto de treintañeras de por vida, con cada cosa en su sitio, sin arrugas en la cara, flacidez en el vientre y celulitis en los muslos que nos afean y delatan todo lo que hemos vivido. En definitiva, que fuéramos eternamente deseables para alegrarles la vista y que el mundo, su mundo, siguiera siendo maravilloso. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-27423350377241731442024-01-14T10:52:00.008+01:002024-01-14T10:53:50.070+01:00Ahora o nunca<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Conservo grupos de <b>Whatsapp</b> y canales de <b>Telegram</b> por encima de mis posibilidades. Confieso que sufro una especie de <b>Diógenes en su variante digital</b>. Se me desbordan en el teléfono móvil los vídeos y fotos que he hecho o recibido y no he borrado, casi tanto como los grupos de mensajería instantánea en los que me han metido o he creado y de los que nunca me he salido. Muchos de ellos tienen poca o nula actividad. Como mucho un “feliz año” con efecto dominó cuando manda el calendario o un “hay que quedar” que nunca fructifica.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En la mayoría de los casos ni siquiera recordaría el propósito de los chats si no fuera por su nombre: ‘Reunión’, ‘Cenamos el viernes’, ‘Elecciones 4M’, ‘Atrapa un millón’... En algunos de ellos lamentablemente hay miembros que incluso han fallecido. Hace poco saqué tiempo para eliminar grupos de cumpleaños escolares creados para concretar detalles del regalo y la fiesta en los que ya solo quedaba yo, lógico, una década después de la celebración y con el homenajeado ya en la universidad.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYiSaml1IWDO0y73-bh28H716eFu-BrA5S9jb7Ad2-JPflj-4NxDZu8kqqk-dtXHhoVanGz3PmAQB8bdiTyJUbTvsm5yiPN2uwOv34hgeKN5CSxcDuMs8sQFMPmfUDlGc__YhBbCGKaIVqwoEoskS3Wn0CHZN_2AzbH2enIRGDaDkJ4-QTWkHLknfztQzQ/s1280/internet-3113279_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="427" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYiSaml1IWDO0y73-bh28H716eFu-BrA5S9jb7Ad2-JPflj-4NxDZu8kqqk-dtXHhoVanGz3PmAQB8bdiTyJUbTvsm5yiPN2uwOv34hgeKN5CSxcDuMs8sQFMPmfUDlGc__YhBbCGKaIVqwoEoskS3Wn0CHZN_2AzbH2enIRGDaDkJ4-QTWkHLknfztQzQ/w640-h427/internet-3113279_1280.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con este historial a mis espaldas, resultaba de lo más normal que añadiera a mi basura digital un nuevo canal de Telegram en el que me han incluido sin pedirlo. De manera inesperada, semanas atrás, apareció un mensaje de un remitente desconocido. Al abrirlo descubrí que era un canal abierto que ofrecía consejos de bienestar, nutrición y belleza para mujeres cincuentonas. Al ampliar la imagen identifiqué a la mamá de una antigua compañera de colegio de mi hijo y exvecina. Imagino que conservaba mi número de aquella época y debió considerar que mi perfil me convertía en candidata a recibir ese tipo de coaching. No digo yo que no.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Podía haberme salido del canal, pero me he resistido. Desde entonces me han llegado recetas keto, información sobre las propiedades del ácido acético, los beneficios de los adaptógenos, instrucciones sobre cómo hacer bálsamo labial natural casero, la explicación sobre qué es el teff e ideas sobre alimentación antiinflamatoria. Todo muy interesante, la verdad. Aunque lo que me ha resultado más sorprendente, al margen de que alguien me haya incluido en su red sin apenas tener trato durante años, es su evolución profesional. La situaba trabajando como ingeniera en una multinacional de consultoría e ingeniería y de repente reaparecía transformada en coach de nutrición y buenos hábitos. Sospecho que debe compaginar ambas facetas y que quizá la proximidad de los 50 le ha hecho replantearse la vida y dedicarle más tiempo a una actividad que le hace más feliz que el empleo que le da de comer.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Semanas después, una notificación en Linkedin me descubría un caso muy parecido. Según el mensaje, el padre de otro antiguo amigo de la infancia de mi hijo, compañero de su equipo de fútbol, cumplía tres años en una empresa distinta a la que lo asociaba. Hacía tiempo que le había perdido la pista al separarse los caminos de nuestros respectivos retoños. El caso es que le recordaba como CEO y fundador de una consultoría financiera, pero ahora figura en una productora de artes escénicas. Tirando del hilo digital encontré su cuenta profesional en Instagram en la que se presentaba como cantante. Nunca habíamos intimado lo suficiente como para saber si esa afición la traía de serie o un buen día, al llegar a los 50, quiso darle un giro a su vida.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al ver estas dos transformaciones me ha dado por pensar que los 50 son una especie de ‘ahora o nunca’. Son esa barrera psicológica que centrifuga a quien la alcanza hasta el punto de sentirse empujado a comenzar una nueva vida, la que siempre hubiera querido vivir, pero en la que no se enfocó porque la fecha de caducidad no se veía tan próxima ni tan real. Es como si de repente fueras consciente de que la vida son dos días y no puedes andar desperdiciándolos, así que te planteas sacarte las espinitas clavadas. A unos les da por el coaching emocional. A otros por correr maratones o practicar deportes extremos. Hay quienes prueban suerte con alguna pasión hasta entonces frustrada, por lo general relacionada con el arte. Y buena parte se apuntan a vivir nuevas experiencias, lo que incluye un amplio abanico que va desde lanzarse al enoturismo a volverse a enamorar como un adolescente. </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgntkwqU5g6D3csx7H0o1lPZXffOBS10MEpgUHyRRMzxriVkgOf21yW45_2elMs9Gk-OhzL1IkP4fsbMKmLvHnclomfntMiR9jqBDQpfgMiWfjaWbJhp-wgBpLYF0p96bUvdax7H7G9ROj2OcwYDt-sL2JRC1W1pFieNIgHNk12_w-JnIjnE_DEkCdRHLnt/s1280/mountaineer-1185474_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgntkwqU5g6D3csx7H0o1lPZXffOBS10MEpgUHyRRMzxriVkgOf21yW45_2elMs9Gk-OhzL1IkP4fsbMKmLvHnclomfntMiR9jqBDQpfgMiWfjaWbJhp-wgBpLYF0p96bUvdax7H7G9ROj2OcwYDt-sL2JRC1W1pFieNIgHNk12_w-JnIjnE_DEkCdRHLnt/w640-h426/mountaineer-1185474_1280.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Como en todo, generalizar es un error. Todo lo anterior le suele ocurrir solo a los valientes, a los que no temen que sus actos aceleren el final, a quienes no tienen sentido del ridículo, a los que se imponen a la rutina de la propia vida, a quienes se arriesgan a abandonar la comodidad del trabajo de 8 a 3 y con ello a no cotizar lo necesaria para que les quede una pensión de jubilación decente, a los que asumen que quizá les rompan el corazón y a quienes no les asusta poder equivocarse. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">También hay algunos que llegan a los 50 y siguen vegetando, tan felices, como si nada.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-86167097920685860602023-09-30T20:13:00.003+02:002023-09-30T20:16:01.330+02:00Nano jr, ejemplo de un sistema que cojea<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me topé por casualidad con el vídeo de David, conocido en TikTok como <a href="https://www.tiktok.com/@nano.jr10" target="_blank">Nano jr</a>, en el que se dirigía a los chavales de buena familia que lo tienen todo y no aprovechan las oportunidades. </span></p>
<p></p><blockquote cite="https://www.tiktok.com/@nano.jr10/video/7281185650567695649" class="tiktok-embed" data-video-id="7281185650567695649" style="max-width: 605px; min-width: 325px;"> <section> <a href="https://www.tiktok.com/@nano.jr10?refer=embed" target="_blank" title="@nano.jr10">@nano.jr10</a> <p>Se me da muy mal hacer este tipo de vídeos,pero creo que se me a entendido bien.</p> <a href="https://www.tiktok.com/music/sonido-original-7281185754934430496?refer=embed" target="_blank" title="♬ sonido original - NanoJr">♬ sonido original - NanoJr</a> </section> </blockquote> <script async="" src="https://www.tiktok.com/embed.js"></script><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En cuanto terminé de verlo, lo compartí con mis hijos de 18 y 20 años. Pensaba que quizá si se lo decía alguien como ellos, que hable su mismo lenguaje, se darían cuenta de lo afortunados que son y de lo agradecidos que debían sentirse, y pasarían a venerarnos a su padre y a mí.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Nada de eso ocurrió. De nada sirvió el alegato del chico humilde de 22 años que saca adelante a su familia con mucho sacrificio y dos trabajos, que lo mismo le regala unas zapatillas a su hermana que le paga la manicura a su madre que repone el aceite de la despensa familiar.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ese crudo testimonio que tantos likes ha conseguido en redes sociales y que ha impresionado sobremanera a las televisiones hasta convertir a este tiktoker en héroe mediático juvenil a base de pasearlo de plató en plató, no ha calado ni un poquito en el ánimo de mis ‘retoños’ y sospecho que tampoco en los que son como ellos. “Trabajar tanto, quita, quita”, debieron pensar.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que conste que cuando se lo puse como ejemplo buscaba que lo imitaran solo en su discurso de respeto y gratitud hacia su familia, no en lo de dejar de estudiar y buscarse dos trabajos para sacarnos adelante.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Porque, que un chaval abandone el instituto a los 16 años, como Nano, para ponerse a trabajar y alimentar a su familia, no debería ser normal. Un chaval de 16 años debería estudiar y seguir formándose en aquello que le guste o para lo que crea que está dotado. Un chaval de 16 años debería ser consciente de la vulnerabilidad familiar, sí, y ayudar en lo que pueda, también, pero no sacrificar su educación y su diversión adolescente porque los adultos responsables de su casa no sean capaces de cubrir sus necesidades básicas y el escudo social haya fallado. </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRXRD30rrPfej5dRmVk5NbC2d7N4Z08snn7__ImW7ruI6i5w1a2Y1pNvx03sZhj2ieb9TYK9ma49GDJuOTjnr9wvD_KXegoAJ3Pa8jdgNazxpe_eEBjxswav108r37CNvAmCnRDfo5duK3zuQ2iXjf8dHgNcKKfqLnw70LzLUSa8VTmv4BtPpHTpW0yggM/s1284/Nano.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="759" data-original-width="1284" height="378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRXRD30rrPfej5dRmVk5NbC2d7N4Z08snn7__ImW7ruI6i5w1a2Y1pNvx03sZhj2ieb9TYK9ma49GDJuOTjnr9wvD_KXegoAJ3Pa8jdgNazxpe_eEBjxswav108r37CNvAmCnRDfo5duK3zuQ2iXjf8dHgNcKKfqLnw70LzLUSa8VTmv4BtPpHTpW0yggM/w640-h378/Nano.jpg" width="640" /></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que un joven de 22 años, como Nano, se vea obligado a tener dos empleos para mantener el núcleo familiar no debería ser digno de admiración y no “es lo que toca”, por mucho que lo repita. Que un joven de 22 años trabaje una media de 13 horas al día para cobrar dos sueldos que den un respiro a su familia es muy respetable, pero no debería ser ejemplo de nada. Que un joven de 22 años entregue su vida a dos empleos precarios repartiendo paquetes por el día para Amazon y sirviendo comidas por la noche en un VIPS no parece el ideal laboral para nadie, ni joven ni viejo, ni a corto ni a largo plazo.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me diréis que hay jóvenes poco interesados en estudiar y deseosos de entrar en el mercado laboral a cualquier precio, sin que eso sea un drama. Y yo os diré que en realidad se trata de una anomalía fruto del fracaso de un sistema que se muestra incapaz de motivar a esos chavales y retenerlos en las aulas hasta descubrir cuál es su talento y prepararlos para brillar profesionalmente.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lo paradójico es que el sistema también fracasa con quienes permanecen en el redil educativo hasta completar su formación. Cuando salen al mundo real se dan de bruces contra un modelo económico falto de oportunidades para ellos, que les condena a la precariedad y a la imposibilidad de aventurarse fuera del nido familiar.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al final, mientras nadie lo remedie, por uno u otro camino, el destino para toda una generación parece ser el mismo: malvivir. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-22002903927654984632023-08-21T14:17:00.007+02:002023-08-21T15:19:05.752+02:00Besos robados<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">He estado revisando las imágenes de la celebración y entrega de trofeos posterior a la victoria de la Selección Española en el Mundial de Fútbol Femenino para comprobar si el presidente de la <a href="https://rfef.es/es" target="_blank">RFEF </a><b>Luis Rubiales</b> también le había plantado un beso en los morros a su querido amigo J<b>orge Vilda</b>, el entrenador del combinado ganador del campeonato, pero he visto que no. Se limitó a fundirse con él en un estrecho abrazo, pero nada de robarle un pico. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ese gesto tan íntimo lo reservó para la jugadora <b><a href="https://www.instagram.com/jennihermoso/" target="_blank">Jennifer Hermoso</a></b>, también “gran amiga”, ha justificado, y con la que ignoro si suele tomarse esas confianzas en el día a día. Llego a la conclusión de que no tras escuchar las palabras de la deportista contemplando el vídeo del momento en el que el eufórico máximo representante de la Federación de Fútbol, después de abrazarla como una lapa, sostenía su cabeza entre las manos y juntaba sus labios por sorpresa y sin posibilidad de que ella pudiera esquivar el gesto. “No me ha gustado”, aclaró la futbolista sobre el incidente, aunque después quisiera quitarle importancia y le siguiera la corriente al ‘ladrón de besos’ cuando, en vez de disculparse por su comportamiento, bromeó con el revuelo causado.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilh0iQDrbMy74uIM8kJxSoVf55j-E84rj_PhrafsvUh0dgG_RxHX_LnNEdB1F-God27XzV4VYmd_Ciix2j1hzV50oQKl09dwou2h_KVWVmQzrLeNJnQWPwYzfXS1wbL4n-28dstsFZTb0KsmCxfIQvE2RMn2Jp8rqIgDPmIH6cLydpm-WLbjd_0oLQk7HI/s2879/celebranc%CC%A7.jpeg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1919" data-original-width="2879" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEilh0iQDrbMy74uIM8kJxSoVf55j-E84rj_PhrafsvUh0dgG_RxHX_LnNEdB1F-God27XzV4VYmd_Ciix2j1hzV50oQKl09dwou2h_KVWVmQzrLeNJnQWPwYzfXS1wbL4n-28dstsFZTb0KsmCxfIQvE2RMn2Jp8rqIgDPmIH6cLydpm-WLbjd_0oLQk7HI/w640-h426/celebranc%CC%A7.jpeg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td></tr></tbody></table><span style="font-size: medium;">Nadie ni nada prohíbe las muestras de afecto que provoca el éxtasis de un momento así. La propia reina <b>Letizia</b> abrazó muy cariñosa a todas y cada una de las futbolistas que subían a recoger su medalla y terminó saltándose el estricto protocolo que suele rodear a los ‘royals’ botando con las campeonas, algo que los espectadores interpretamos como natural. No resulta difícil comprender la efusividad en las celebraciones tras un logro de estas características, pero es que lo de Rubiales fue totalmente innecesario e improcedente. Estoy segura de que Jenni Hermoso se habría sentido perfectamente felicitada, honrada y agradecida por el presidente de este organismo con un simple abrazo y dos besos en las mejillas, sin necesidad de ese gesto tan invasivo y sin consentimiento previo.</span><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI_5BUPWOvw6YKOtVHb2BpUAWVN-QHSIc8alm81UseIg5oBOdV9cTXkDvB8O3jcmqoUPscqDDDoa2tLfcR3D2WFVm1SW4NJxvpCOSd6CWX8ykoDF4eP32QuZqQ6Bkz4euPWny2ZDsMwD21LZCO01A7-S5FWJQGr9-6rT1ARjiNlC54Cwdr-QEFFP5O5MLW/s684/Rubiales%20besa%20a%20Jenni.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="517" data-original-width="684" height="484" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI_5BUPWOvw6YKOtVHb2BpUAWVN-QHSIc8alm81UseIg5oBOdV9cTXkDvB8O3jcmqoUPscqDDDoa2tLfcR3D2WFVm1SW4NJxvpCOSd6CWX8ykoDF4eP32QuZqQ6Bkz4euPWny2ZDsMwD21LZCO01A7-S5FWJQGr9-6rT1ARjiNlC54Cwdr-QEFFP5O5MLW/w640-h484/Rubiales%20besa%20a%20Jenni.jpeg" width="640" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que algún medio deportivo haya bromeado comparándolo con el beso de Casillas y Carbonero es vomitivo y dice mucho de los patrones que siguen vigentes en el mundo del deporte, en particular, y en la sociedad, en general. No sé si caen en la cuenta de que comparan una relación sentimental con una laboral.</span></p><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">¿O es que acaso conciben que el gerente de su empresa les felicite por su buen trabajo con un pico, por mucha confianza que haya entre ellos? Yo no. Lo consideraría una intrusión inaceptable. Soy, por tanto, una de esas a las que Rubiales ha calificado de “idiotas” por cuestionar lo que este individuo define como “muestra de cariño sin importancia” o “un pico de dos amigos celebrando algo”. Yo prefiero definirlo como una ‘machirulada’. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lo peor es que estemos desviando el foco del gran triunfo del fútbol femenino español por dedicarle tiempo a este personaje al que le parece algo natural y espontáneo ir por la vida robando besos a mujeres, eso sí. Porque no recuerdo haberle visto en una situación similar con jugadores. Quizá es que darles picos a hombres para celebrar le parece una mariconada.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por cierto, parece que <a href="https://www.lasexta.com/noticias/deportes/futbol/rubiales-disculpa-beso-jenni-hermoso-tengo-que-pedir-disculpas-aprender-esto_2023082164e35feb9598e30001ce10a5.html" target="_blank">Rubiales se ha disculpado</a> porque "es lo que toca". No ha entendido nada.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-50177144365265374232023-08-10T18:03:00.013+02:002023-08-10T18:15:19.970+02:00Envejecer es una mierda, aunque peor debe ser morirse<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mi amiga de la infancia Mª José acaba de ser abuela de una ricura de bebé de nombre Lucas. Hace, como quien dice, cuatro días estábamos bebiendo calimocho en ‘El 42’ de Toro y de repente se estrena como yaya con 55 años, la misma edad que tengo yo. He sentido que la vida me daba una bofetada para espabilarme y ponerme en mi sitio. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Vale, lo pillo, ya no soy una cría, pero es que el cuerpo me sigue pidiendo dar saltos en un concierto, echar de vez en cuando una carrerita, quedar a tomar cañas, saltar olas en el Mediterráneo, ponerme camisetas sin sujetador, perrear, ronear… Imagino que quien me vea desde fuera debe pensar: “¿Qué hace esta señora mayor?”.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No entienden que dentro de mi cabeza hay atrapada una tía de 30 años menos, en ocasiones desconcertada al comprobar que ya no despierta las mismas reacciones ni interacciona como antes ni se la tiene tanto en cuenta. Incluso, con cierta frecuencia, no es que no la miren igual, es que parece haberse vuelto invisible a muchos ojos.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Porque, aunque por dentro sea casi la misma que hace 30 años, por fuera lo que se ve es lo que hay, la realidad, una mujer de 55. Y no hay prueba más demoledora que enfrentarse en ropa interior al espejo del probador del Primark. Ahí es cuando descubres cómo te ven los demás y no puedes evitar preguntarte qué mierdas haces desfilando en bikini cada verano, como si fueras una top model, desde la toalla hasta la ducha de la piscina con ese cuerpo escombro meneándose a cámara lenta.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los glúteos flácidos, el vientre arrugado, los muslos sin firmeza, la piel celulítica, la grasa acumulada… A ver, que no es que una haya exhibido un cuerpo escultural en algún momento de su vida, pero más tonificado y contenido sí que estaba. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No penséis que esta crisis de la mediana edad que me ha dado se reduce solo a eso. Hay otras señales de la decrepitud que joden. Yo he tenido suerte y no he sufrido los temidos sofocos asociados a la menopausia. Sin embargo, la caída de estrógenos de esta etapa vital me está haciendo perder densidad capilar casi al mismo ritmo que me crece vello donde nunca lo había sufrido. También me he librado de los trastornos del sueño; en su lugar, mantengo a raya la hipertensión con una pastilla diaria. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Otro síntoma del envejecimiento, la presbicia, avanza inexorablemente y cada vez soy más dependiente de las gafas de cerca si quiero leer los prospectos de medicamentos o los ingredientes de lo que me como.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBFjKOpYo7kMZ7F55erPevG4Q0bFWUVYXP8H4Gv-mm2WpDqmJeWRrCYo83OFe_hpBdvpDJ4UjSyk1TLautHZCprGIJdAW9fiKlxV_C3HozCVRJdi0OIUS_bCiBGCeRGnBoRb2_2z6dj6_7Lxya26JpBcN705SbmesTVyyQYLk3P8Fw46m8s6tX6VomcvPK/s1280/manos%20de%20persona%20mayor.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBFjKOpYo7kMZ7F55erPevG4Q0bFWUVYXP8H4Gv-mm2WpDqmJeWRrCYo83OFe_hpBdvpDJ4UjSyk1TLautHZCprGIJdAW9fiKlxV_C3HozCVRJdi0OIUS_bCiBGCeRGnBoRb2_2z6dj6_7Lxya26JpBcN705SbmesTVyyQYLk3P8Fw46m8s6tX6VomcvPK/w640-h426/manos%20de%20persona%20mayor.jpeg" width="640" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><span style="font-size: medium;"><div style="text-align: justify;">Sospecho que voy a llevar mal lo de envejecer, igual que las <a href="https://yonosoyunainfluencer.blogspot.com/2020/06/si-llego-octogenaria.html" target="_blank">octogenarias que me rodean</a>. Al margen del desgaste de la edad, las oigo lamentarse porque empiezan a verse realmente mayores. Unas lo notan cuando los escaparates les devuelven su figura cada vez más empequeñecida y encorvada o cuando reparan en las venas marcadas y las manchas que plagan el dorso de sus manos. Otras cuando perciben mermados sus sentidos o cuando no encuentran las palabras para expresarse. Echan de menos su independencia, su agilidad, sus reflejos, su vida activa. Añoran lo resolutivas que eran y la confianza que tenían en sí mismas. Todas deben lidiar no solo con un aspecto físico en el que no se reconocen, sino también con inseguridades sobrevenidas que les convencen de que son un estorbo y, lo que es peor, con la certeza de que se les va acabando su tiempo.</div></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me angustia aproximarme a ese escenario. Pero luego me acuerdo de Ana y Marta, que no han pasado por esta crisis de hacerse mayor porque un cáncer se las llevó antes de los 50. Y entonces pienso que envejecer es una mierda, aunque mucho peor debe ser morirse.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-53514070859069491872023-08-03T20:35:00.012+02:002023-08-03T20:44:13.381+02:00Las opiniones son como los culos<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La muerte del periodista <b><a href="https://elpais.com/cultura/2023-08-02/fallece-el-escritor-y-periodista-ramon-lobo-uno-de-los-grandes-corresponsales-de-guerra-espanoles.html" target="_blank">Ramón Lobo</a> </b>y los comentarios al respecto de algunos lectores publicados al final de la noticia en ciertos <a href="https://www.elconfidencial.com/cultura/2023-08-03/obituario-ramon-lobo-ultimo-gran-reportero-clasico_3712737/" target="_blank">periódicos digitales</a> me han reafirmado en mi convencimiento de que habría que suprimir la opción de interactuar de esta manera con los medios.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ya en alguna ocasión he abordado aquí ese escabroso mundo de los<a href="https://yonosoyunainfluencer.blogspot.com/2022/07/comentarios-de-altura.html" target="_blank"> comentarios de los lectores de la prensa</a>. No voy a entrar a fondo en qué tipo de persona se toma la molestia en leer una noticia y escribir después su opinión. Solo diré que sospecho que es alguien con tanto tiempo libre como necesidad de que alguien le preste atención. En cualquier caso, la mayoría de estos lectores tan ‘participativos’ suelen emplear frases anodinas y, por lo general, lenguaje respetuoso. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero también los hay cargados de bilis, hirientes en extremo y ejemplo evidente de que quien los emite necesita ayuda profesional. Coincidiréis conmigo en que aprovechar un obituario para poner a caldo al finado porque no pensaba como tú te define como lo que eres, un miserable. Si el que ha muerto de un cáncer no era santo de tu devoción, basta con no leer las semblanzas que de él escriben sus colegas y seguir adelante con tu vida como si nada. Lo contrario denota una pizca de masoquismo.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Diréis que, si se advierte a los usuarios que está prohibido el uso de insultos en estos espacios y se les invita a participar de manera constructiva, el medio puede aprovechar la moderación de comentarios para no publicarlos y asunto resuelto. Pero no es tan fácil. Porque se puede ejercer violencia verbal, hacer daño y enfangar sin emplear ninguna palabra malsonante. Y ante eso, un moderador se enfrenta al dilema de donde poner la línea para no caer en la censura.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHNZXtRK8ZnMjAo6zeObMd4lI7FWQmLiL_i-hf3iMToN5odiSGHIqLc4pccPCintN3Y8zokuE0ciob0UCoeffJ_Pk4rwAFVPyzI8OH8xRAS3hAqZNK5Xo4W3hTdTkSANZv1QQr0_Y83SsyoGf9-QYVl1CAFtTnSI1ZYEQepc-PcaoDBD7UwJgPukKjhviE/s1280/feedback-2044700_1280.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjHNZXtRK8ZnMjAo6zeObMd4lI7FWQmLiL_i-hf3iMToN5odiSGHIqLc4pccPCintN3Y8zokuE0ciob0UCoeffJ_Pk4rwAFVPyzI8OH8xRAS3hAqZNK5Xo4W3hTdTkSANZv1QQr0_Y83SsyoGf9-QYVl1CAFtTnSI1ZYEQepc-PcaoDBD7UwJgPukKjhviE/w640-h426/feedback-2044700_1280.jpg" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span face=""Open Sans", system-ui" style="background-color: white; color: #191b26; font-size: 14px; text-align: start;">Imagen de </span><a href="https://pixabay.com/es/users/tumisu-148124/?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=2044700" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #191b26; font-family: "Open Sans", system-ui; font-size: 14px; text-align: start;">Tumisu</a><span face=""Open Sans", system-ui" style="background-color: white; color: #191b26; font-size: 14px; text-align: start;"> en </span><a href="https://pixabay.com/es//?utm_source=link-attribution&utm_medium=referral&utm_campaign=image&utm_content=2044700" style="background-color: white; box-sizing: border-box; color: #191b26; font-family: "Open Sans", system-ui; font-size: 14px; text-align: start;">Pixabay</a></td></tr></tbody></table><span style="font-size: large;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En cualquier caso, sean o no mensajes correctos, me pregunto qué necesidad tenemos el resto de lectores de conocer lo que piensa uno de nosotros sobre la noticia que acabamos de leer. A mí no me aporta nada. No digo que amordacemos al lector que quiere hacerle llegar sus impresiones al periódico. Si le ha gustado un artículo y quiere felicitar al redactor, adelante, que se lo diga. Igual que si le ha parecido poco acertado. Pero que sea una comunicación directa, sin necesidad de testigos. Para aguantar a gente vomitando odio podemos ir a Twitter, X o como se llame ahora la antigua red social del pajarito.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Me pasa lo mismo con las piezas de noticias de los telediarios que se apoyan exclusivamente en preguntar a la gente de la calle qué le parece el tema en cuestión. Son un clásico cuando se trata de asuntos como el calor, las vacaciones o cualquier otra cuestión sobre la que toque rellenar. ¿Qué me importa a mí si un fulano no concilia el sueño por las altas temperaturas o una pareja va a tomar un tren para irse a la playa unos días? Normalmente lo que aporta este tipo de ‘encuestas’ de calle suele ser tan irrelevante como la propia información, así que, en mi caso, me provocan rechazo. Prefiero que me ilustren las noticias con datos y testimonios de expertos en la materia que me cuenten algo que yo no sepa.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De modo que, como diría Clint Eastwood y remataría Joaquín Sabina, “Las opiniones son como los culos, todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta”.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-14821839353818156112023-05-24T16:52:00.003+02:002023-05-24T16:52:35.624+02:00No somos racistas, no, qué va…<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que te llamen <b>racista</b> es casi tan ofensivo como que te insulten con el apelativo <b>negro, gitano, moro, sudaca, facha, rojo, maricón o puta.</b></span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De ahí el escándalo originado por <b>Vinicius </b>cuando ha denunciado que España es racista. El delantero del <b>Real Madrid</b> se ha hartado de escuchar en las gradas y aledaños de los estadios la cantinela de ‘puto negro’ o ‘Vinicius, eres un mono’, improperios que en ningún caso estarían justificados por mucho que el futbolista sea un provocador y exhiba gestos que no le ayudan a hacerse querer.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Tras sus quejas, muchos se han rasgado las vestiduras. “No somos racistas, son casos aislados, cuatro energúmenos cobardes que aprovechan el anonimato que da ser parte de un grupo”, como sucede en las redes sociales.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Es cierto que en los campos de fútbol lo más fino que se escucha es “hijo de puta” y que, desde que este deporte mueve masas, la diana del improperio ha estado más puesta en el árbitro, que también iba antes de negro. </span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWruHL4ElEQQrL_J02vza7SQY5Y0duoH9DCu3LVaoAtx5pZNErt3HdKvo-W3m9mbNpNqI3JDZicezJQ0VK_95dGWN4CVmQIjk9ukol1XlAhJC3bJFFcqjxpuhJQKJhmvAclgYr64sLtlXqdXVPfbaea7cwitstRBi3abKe8Rd4aJhJEUVJ3iMW4obALA/s1280/hands-g46fa75f33_1280.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgWruHL4ElEQQrL_J02vza7SQY5Y0duoH9DCu3LVaoAtx5pZNErt3HdKvo-W3m9mbNpNqI3JDZicezJQ0VK_95dGWN4CVmQIjk9ukol1XlAhJC3bJFFcqjxpuhJQKJhmvAclgYr64sLtlXqdXVPfbaea7cwitstRBi3abKe8Rd4aJhJEUVJ3iMW4obALA/w640-h480/hands-g46fa75f33_1280.jpg" width="640" /></a></div><br /><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Así que podemos echar balones fuera y culpar de todo al deporte rey porque despierta las bajas pasiones, pero estaríamos obviando algo relevante. En este país hasta hace bien poco, le pintábamos la cara con betún al rey Baltasar de las cabalgatas. Quiero decir que varias generaciones de españoles venimos con prejuicios de serie. Algunos van desterrándolos a medida que leen, se forman, viajan y se relacionan con gente diversa. Otros los mantienen y acrecientan, impermeables a cualquier razonamiento o al simple sentido común.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Basta con analizar nuestros propios comportamientos en diversas situaciones para saber si pertenecemos a uno u otro grupo. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Imagina que tienes un piso para alquilar y dos candidatos, uno negro y otro como tú. ¿A quién se lo alquilas?</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Queda un puesto vacante en tu empresa y debes cubrirlo eligiendo a uno de los dos candidatos finalistas. Uno es negro y el otro es como tú. ¿A quién contratas?</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Buscas alguien que cuide de tu bebé y solo dos chicas reúnen todos los requisitos que buscabas. Una es negra y la otra como tú. ¿Con cuál te quedas?</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Vas por una calle peligrosa de noche. Por una acera camina un negro y por la otra alguien como tú. ¿Qué acera eliges? </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Hay dos asientos libres en el autobús, uno junto a un negro y el otro junto a alguien como tú. ¿Dónde te sientas?</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Notas que te han robado la cartera en un lugar donde solo hay dos personas más, una negra y otra como tú. ¿De quién sospecharías?</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Tu hija te comunica que ha dejado a su novio de toda la vida, uno como tú, porque se ha enamorado de un chico negro. ¿Recibes la noticia con satisfacción o con preocupación? (Imagino que esta respuesta depende de si el nuevo novio tiene la cuenta corriente de Vinicius)</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Tu médico de Familia deja el centro de salud y le sustituye otro que da la casualidad de que es negro. ¿Harías gestiones para cambiar de profesional o te quedarías con él?</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-Dos personas han sufrido un accidente y se encuentran tendidas sobre el asfalto. Una es negra y la otra como tú. Avisas a emergencias, donde te piden que compruebes sus constantes vitales hasta que lleguen los sanitarios y, si fuera necesario, realices la respiración boca a boca. ¿Por cuál de los dos empiezas? </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">-En una estación de tren próxima a un centro de menores extranjeros no acompañados, entra al vagón por una puerta un chaval negro y por otra, un adolescente que podría ser tu hijo. ¿Quién pensarías que es un ‘mena’? </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Valora los resultados y decide si eres racista o solo te da miedo el que no es como tú. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-2354651354651411212023-05-06T19:06:00.000+02:002023-05-06T19:06:15.302+02:00Réquiem por ‘Sálvame’<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En los 14 años de emisión de <b><a href="https://www.telecinco.es/salvame/" target="_blank">‘Sálvame’</a></b>, en más de una ocasión habré visto algún momento del programa, voluntaria e involuntariamente, apretando el botón del 5 en el mando a distancia o zapeando, como todo hijo de vecino, aunque algunos eviten confesarlo por vergüenza o miedo al coste que podría pagar su reputación. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Como periodista, valoro el mérito que supone aguantar tanto tiempo en antena, primero luchando por las codiciadas audiencias televisivas y últimamente en la pelea de seguir destacando en un medio que ve amenazada su posición de poder por la competencia que suponen los contenidos audiovisuales alternativos para su consumo a través de redes sociales y plataformas de <i>streaming</i>.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">También como colega, lamento que buena parte de las bocas que comen gracias a ese programa en <b><a href="https://lafabricadelatele.com/" target="_blank">La Fábrica de la Tele</a></b>, la productora responsable del mismo, estén viviendo estos días la congoja de saber que en breve se irán al paro y deberán volver a buscarse la vida en el medio ahora que las cosas están tan achuchadas. Algo, por cierto, que sigue siendo habitual para quienes trabajan en proyectos televisivos, siempre esclavos de las audiencias y de la incertidumbre de saber la fecha en que firmas el contrato, pero desconocer la del finiquito.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ignoro los motivos que han llevado a los directivos de Mediaset a cancelar el programa y entregarle la franja de tarde a <a href="https://www.unicorntv.es/?lang=en" target="_blank"><b>Unicorn Content</b></a>, la productora de <b>Ana Rosa Quintana</b>. Quizá han pensado que el formato estaba agotado. Puede que lo que se quiere es dar un giro a la línea de entretenimiento de la cadena. A lo mejor hay que echarle la culpa a estos tiempos electorales que lo contaminan todo. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sea como sea, lo que rechazo frontalmente son los comentarios de quienes se alegran de la cancelación de este programa aplaudiendo el final de la “telebasura”. Sobre todo, me entristece que muchos de quienes lo celebran sean del gremio. </span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiOfMV6O3i38bGpdV2TQcdClSokOKBqxftS9N2z_gfXj4DGDK2QZy2CpJzy_xf0WX3_nbNCkcJhr_JumTB8FFf-E9SJmlBmPXEWBPvEDKF3gYGo6CZYOUaKj4ctYbNME5rxQP9qvAS4fCXmUT_9ltpaUkkZkY0JvU1Ftz_E1j2Z_aTSrPPthelnI6Ifw/s480/Sa%CC%81lvame_2022_(2).png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="270" data-original-width="480" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiOfMV6O3i38bGpdV2TQcdClSokOKBqxftS9N2z_gfXj4DGDK2QZy2CpJzy_xf0WX3_nbNCkcJhr_JumTB8FFf-E9SJmlBmPXEWBPvEDKF3gYGo6CZYOUaKj4ctYbNME5rxQP9qvAS4fCXmUT_9ltpaUkkZkY0JvU1Ftz_E1j2Z_aTSrPPthelnI6Ifw/w640-h360/Sa%CC%81lvame_2022_(2).png" width="640" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Resulta curioso que el corazón, como género periodístico, siga estando menospreciado dentro del oficio, cuando los medios convencionales considerados serios se nutren también de esos contenidos rosas, porque -desengañémonos- son los que más se leen y en formato digital dan más clics. De modo que se sigue desacreditando a los programas que abiertamente se dedican a ‘la farándula’, pero hemos normalizado que un telediario hable de Piqué y Shakira o que los periódicos incluyan una abultada crónica social.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">‘Sálvame’ pasará a la historia como un <b>show televisivo de entretenimiento </b>que, entre risas, llantos, bailes y locura, como quien no quiere la cosa, ha luchado contra prejuicios, ha abanderado diversidad, ha hablado de maltrato y ha hecho por la difusión de enfermedades como la diabetes o el cáncer más que cualquier campaña divulgativa. Por no mencionar el papel que ha jugado como antídoto contra la soledad y producto de evasión para muchos espectadores.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con el final de ‘Sálvame’ no acaba lo que los más ‘culturetas’ llaman “telebasura”. Basta con abrir Tiktok, Instagram, Twitter o conectarse a canales de Twitch o Youtube, donde abundan los vídeos que ya quisieran alcanzar la calidad de “telebasura” del programa que va a desaparecer.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Si yo fuera responsable de ‘Sálvame’ seguiría emitiéndolo por streaming en Internet o en formato podcast, ahora que está tan de moda. Quién sabe. Lo mismo montan un canal de Twitch, lo petan y en unos meses <b><a href="https://www.mediaset.es/" target="_blank">Mediaset</a></b> llega a un acuerdo para emitirlo en sus cadenas. Como con la <a href="https://kingsleague.pro/" target="_blank">Kings League</a>.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-48429730330541050032023-03-12T10:44:00.001+01:002023-03-12T14:38:03.280+01:00Adiós a mi mejor lectora<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ayer, cuando despedía a una mujer excepcional que nos ha dejado estos días, eché de menos que nuestros <b>funerales</b> se parecieran a los de las películas americanas. Que, en vez de tener sobre el altar a un sacerdote encorsetado en la liturgia del tercer domingo de cuaresma, pudieran ir tomando el micrófono quienes conocieron a la fallecida y desearan compartir con los demás sus <b>recuerdos a modo de homenaje. </b></span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De haber sido así, en el hipotético caso de tener la oportunidad de rendirle tributo públicamente sin que se me quebrara la voz, habría destacado sobre ella que era <b>mi mejor lectora</b>, mi fan número uno, con permiso de mi madre, la primera en escribir un comentario y compartir las entradas de este blog en cuanto las difundía en <b>Facebook</b>. Siempre atinada, divertida y generosa.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Diría que la conocí siendo yo una adolescente, cuando nos mudamos al piso contiguo al suyo, al pie de la Colegiata de Toro, y con el tiempo evolucionamos de vecinos a casi familia. Aún recuerdo aquellas noches de verano, sentados en nuestras respectivas terrazas, contándonos historias a través de los barrotes que separaban ambas viviendas. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Desde la primera toma de contacto me fascinó. La niña que yo era entonces no estaba habituada a encontrar en mi entorno mujeres que fumaran y bebieran vino, salvo en bodas, bautizos y comuniones. Así que aquello debió parecerme de lo más audaz y exótico.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9JdSK43qwP4mQRuOU-UZPy9UcawI3BMdtu-7xLURXkZ8QKokwHX71kWAAx06Pqrvmbtu2eA-7rGmOqrLxYK18wPu8K7verkXfY1D4YBrM7TgPiFMY60FkfsKhpwSSvLVCoey4BIf3ZO6oBuy6IxATtrAVckc85tGnmpcLPJi0adxgoV4kPryLHc29hg/s1525/imagen%20para%20entrada%20mc%20blog.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1191" data-original-width="1525" height="500" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9JdSK43qwP4mQRuOU-UZPy9UcawI3BMdtu-7xLURXkZ8QKokwHX71kWAAx06Pqrvmbtu2eA-7rGmOqrLxYK18wPu8K7verkXfY1D4YBrM7TgPiFMY60FkfsKhpwSSvLVCoey4BIf3ZO6oBuy6IxATtrAVckc85tGnmpcLPJi0adxgoV4kPryLHc29hg/w640-h500/imagen%20para%20entrada%20mc%20blog.jpg" width="640" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Nunca la vi enfadada, ni siquiera cuando intercambiaba pullas con el que fue el amor de su vida durante 70 años, una hazaña digna de figurar en el Libro Guinness (lo de durar y lo de no salir tarifando). </span></p><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Fue “la yaya” de repuesto para mis cachorros incluso después de convertirse en la orgullosa abuela de su propio nieto, al que adoraba tanto como a sus dos hijos, hombres de ciencia de los que presumía a base de bien. Así que, cuando yo me desahogaba por aquí sobre mi incompetencia en eso de la maternidad, me consolaba hallar en ella a una aliada.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ejerció de ‘chica de oro’, alumna ejemplar de la <b>Universidad de la Experiencia</b> y durante mucho tiempo usuaria activa de Internet, compartiendo recomendaciones literarias de la <b>Casa de Cultura</b> y alguna foto del atardecer desde la ventana del ático con ascensor al que se mudaron cuando los años empezaron a pasar factura.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La edad, la enfermedad, la vida… fue agotando su batería. La última vez que la vi fue el verano pasado. Compartía confidencias, bromas y un refresco con sus amigas de la infancia en la terraza de una cafetería. Un par de meses después hablamos por teléfono. Su voz seguía sonando optimista y jovial, aceptando con más dignidad que resignación la certeza de su destino. Hoy <b>Maricarmen</b> habría cumplido 85 años. Me tomaré un tinto de Toro en su honor y esperaré inútilmente a leer su comentario sobre estas líneas.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com11tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-57060353365244559172023-01-15T21:46:00.002+01:002023-01-15T21:46:33.866+01:00Todas hemos sido alguna vez la despechada y la otra<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La primera vez que me pusieron los cuernos tenía 18 años. El chico con el que había empezado a tontear por los bares con cierta asiduidad se enrolló con una amiga. Yo estudiaba fuera y ambos aprovecharon la distancia que nos separaba para traicionar mi confianza. Cuando me enteré de que no me había ‘guardado ausencia’, le afeé su comportamiento y corté con él. El cabreo (leve) me duró poco. Incluso me fastidió más la traición de la que creía mi amiga. Durante un tiempo, cada vez que me refería a ellos en público, unía a su nombre un insulto. Hasta que un día el odio se diluyó, se me pasó el disgusto y ya estuve lista para enamorarme mil veces más. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No mucho tiempo después volví a lucir lo que yo consideré entonces una cornamenta pero que ahora identifico como simple falta de experiencia sentimental. Varios amigos hicimos un viaje juntos a la playa y terminé liándome con uno de ellos, traspasando esa peligrosa línea que, por lo general, lleva a perder al amigo y al lío. Así fue. Terminado el viaje, sin prometernos nada, nos emplazamos a reencontrarnos un mes después y cada uno siguió por su lado disfrutando de sus planes de verano. Pero en ese tiempo, mientras yo soñaba con el reencuentro, mi querido amigo con derecho a roce repitió la hazaña con otra conocida. Cuando me enteré, con quién más me enfadé fue conmigo misma, por gilipollas y por haber echado a perder una amistad. Él, sencillamente, me defraudó. En cuanto a ella, la sumé a mi lista de personas non gratas hasta que asumí que no tenía sentido odiarla.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM2psHSBOFon4G8qQnuEzXi8DwrBYXmk0A5km2SRYzDI_FanHjmudHgnk8V689G1oYpvRlJS_40AHzhkDi8oDhPEtlMzhx3H61ObH9b11xq2fBOpc2kYgfRjyXbVEnZT3RExcL_BjBJpCKETg9Ikt8paKAmvysjIhRjOA0EYEj-JCVPRoYesgm3ByOPQ/s1280/plato%20roto.webp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1280" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjM2psHSBOFon4G8qQnuEzXi8DwrBYXmk0A5km2SRYzDI_FanHjmudHgnk8V689G1oYpvRlJS_40AHzhkDi8oDhPEtlMzhx3H61ObH9b11xq2fBOpc2kYgfRjyXbVEnZT3RExcL_BjBJpCKETg9Ikt8paKAmvysjIhRjOA0EYEj-JCVPRoYesgm3ByOPQ/w400-h400/plato%20roto.webp" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Seguro que he sufrido algún otro episodio de este estilo que ahora no recuerdo, porque ya voy teniendo algunos años, pero ninguno llega a la categoría de ‘infidelidad’ con mayúsculas, porque ni estamos hablando de parejas estables ni compromisos formales. En cualquier caso, tengo la sensación de que soy poco de actuar llevada por el despecho. Más bien, tiendo a pasar página para avanzar. No le veo el sentido a forzar a nadie a quererte o a estar contigo si no le sale de dentro. Así que, en caso de vivir lo de Shakira, no me imagino vengándome y haciendo escarnio público de mi ex. Maldecirle, sí, por supuesto. Y si hay que llorar, se llora. Y si hay que recoger pedazos, se recogen. Y después, a otra cosa, mariposa. Esto es todo lo que puedo decir sobre el tema de la semana, la millonaria venganza musical de Shakira tras su ruptura con Piqué por serle infiel con otra.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por cierto, con algunos años más, interpreté el papel de ‘la otra’ siendo consciente de que estaba convirtiendo en cornuda a otra mujer. Aún no se estilaba lo de la sororidad. Incluso una vez descubrí que compartía el título con más ‘otras’, así, en plural, y lo permití. Estupideces del amor. La mayoría de las oficiales vivieron en la ignorancia y creo que no llegaron a saber de mi existencia ni de mi papel activo como cómplice de su cornamenta, sobre todo porque esas aventurillas no sirvieron para romper sus fuertes vínculos afectivos, y eso que llegué a desearlo en algún caso arrastrada por la lela romántica que llevaba dentro. Solo una vez mi aparición forzó una ruptura. Imagino que ella hoy, si hubiera sido Shakira, podría haberse marcado una sesión con Bizarrap. Afortunadamente no. Han pasado ya tantos años que seguro que de aquellas heridas ya no le quedan ni cicatrices. Lo mismo, hasta le hice un favor. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-91594572771546200002022-11-26T15:48:00.004+01:002022-11-26T15:53:16.907+01:00El espectáculo poco edificante de ver cómo atacan a Montero<p><span style="font-size: medium;">Puede caerte mejor o peor, resultarte más o menos simpática, discrepar en lo político, incluso parecerte que le falta o le sobra lo que hay que tener para ejercer el cargo de ministra, pero atacar a <b>Irene Montero</b> por su relación personal con un hombre es de todo punto miserable y retrata a quien emplea esa munición.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">“Su único mérito es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias”, le dijo la diputada de Vox <b>Carla Toscano</b> desde la tribuna del Congreso, así, con dos ovarios y poca cortesía parlamentaria. Los políticos ignoran de manera temeraria que exhibiendo ciertos comportamientos en el Parlamento dan un peligroso ejemplo a la calle, ya suficientemente alborotada y deseosa de encontrar una coartada en las salidas de tono de sus representantes públicos. </span></p><span style="font-size: medium;">
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">VÍDEO I Bronca y gritos de "vergüenza" en el Congreso después de que la diputada de Vox Carla Toscano asegurara desde el estrado que la ministra española de Igualdad, Irene Montero, "el único mérito que tiene es haber estudiado en profundidad a Pablo Iglesias". <a href="https://t.co/mXAEjQilmL">pic.twitter.com/mXAEjQilmL</a></p>— EFE Noticias (@EFEnoticias) <a href="https://twitter.com/EFEnoticias/status/1595564388630507520?ref_src=twsrc%5Etfw">November 23, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script>
</span><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que el ataque provenga de otra mujer a mí me cortocircuita el cerebro, por lo de la sororidad y tal en pleno siglo XXI. Creemos que hemos avanzado, pero no. Hay quien sigue poniendo en cuestión la valía de las mujeres y buscando en su trayectoria alguna mano masculina que explique cómo ha llegado a situarse en determinadas posiciones. Trasladado esto a la política, no encuentro nada más reaccionario que recurrir, a falta de hilvanar argumentos de más peso, a las insinuaciones sexuales y al insulto personal para desacreditar a una mujer. ¡Ojo! Sea del color que sea el que dispare el vómito. Porque sí, a mí tampoco se me olvida que desde el otro extremo también se ha azotado a base de bien.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero hoy quiero detenerme en esa persona a la que se ataca sin piedad en la vida real, parlamentaria y virtual de este país: la <b>Ministra de Igualdad</b>. Su historial como ‘pimpampum’ por su feminismo beligerante es amplio, unos principios que enarbola sin reprimirse y que le han granjeado el odio de una parte de la población que no se corta en dedicarle todo tipo de perlas. Esa agresividad contra Montero se ha exacerbado a raíz de las primeras reducciones de condena de violadores conocidas tras la aprobación de la <b>Ley de garantía integral de la libertad sexual</b>, conocida como <b>ley del ‘solo sí es sí’.</b></span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Esta ley nació para introducir el <b>consentimiento expreso</b> en las relaciones íntimas y eliminar del Código Penal la distinción entre abuso y agresión. Es decir, desde su entrada en vigor todo acto que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento es una agresión sexual. Esa era la principal novedad en el ordenamiento jurídico. Las víctimas ya no tienen que demostrar que han sufrido violencia o que se han resistido para acreditar una agresión. Su impulso vino por el clamor popular motivado por la sentencia de la manada que consideró abuso sexual la <a href="https://yonosoyunainfluencer.blogspot.com/2016/09/mas-educacion-sexual-y-menos-peliculas_13.html" target="_blank">violación múltiple a una joven en los Sanfermines </a>porque no se resistió.</span></p><p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAsujIZ8BSxlzjkC1HzIAVp2gOzcOCWfXmjRfH5NIiTIhYAM6PI7ey2DmZLbpZkDlgS3nyUPgQ_a3ymddy3AaWFQuHT48cLzISFEKjLTzThFdmYz1j-6UpBHJQxhVvG91Fy-gJdFKPSlqEmNImIoqiEW2qLtr18Hdy6gfhwaBNluc61DBP8j6xlzQsjw/s720/irene_montero.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="720" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAsujIZ8BSxlzjkC1HzIAVp2gOzcOCWfXmjRfH5NIiTIhYAM6PI7ey2DmZLbpZkDlgS3nyUPgQ_a3ymddy3AaWFQuHT48cLzISFEKjLTzThFdmYz1j-6UpBHJQxhVvG91Fy-gJdFKPSlqEmNImIoqiEW2qLtr18Hdy6gfhwaBNluc61DBP8j6xlzQsjw/w640-h426/irene_montero.jpeg" title="Irene Montero (Foto: Ministerio de Igualdad)" width="640" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Irene Montero (Foto: Ministerio de Igualdad)</td></tr></tbody></table></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El caso despertó preocupación en el Ministerio y por eso sus responsables se pusieron manos a la obra para diseñar una modificación legislativa que evitara futuras sentencias similares. Desde el principio quedó bien claro que no había un ánimo punitivo, sino un simple interés por dar cobertura a comportamientos contra la integridad sexual que hasta ahora no se consideraban delito o lo eran de manera leve. De hecho, la ley estableció una <b>horquilla progresiva de penas</b> que crecen con cada agravante y donde se contempla cada una de esas conductas. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con este cambio, la nueva ley redujo las penas máximas y mínimas en algunos casos. Cuando eso ocurre, los tribunales abren un <b>proceso de revisión de sentencias</b> porque los condenados tienen derecho a beneficiarse de la modificación si las penas por su delito son más favorables. No así al contrario, es decir, una condena no puede aumentar a posteriori porque haya un cambio legal que perjudique al condenado.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cuando se ha reformado en anteriores ocasiones el <b>Código Penal</b>, se ha incluido lo que llaman una <b>disposición transitoria</b> en la que se especifica qué pasa con los casos sentenciados con arreglo a la normativa anterior si van a verse afectados por la nueva. En este caso se podía haber introducido una que evitara la reducción de penas, pero no se hizo. Según la ministra, la última disposición transitoria redactada con la reforma del Código Penal de 1995 ya establece que no se puede rebajar una condena firme de cárcel si se encuentra dentro de la nueva horquilla legislativa, con lo que la <b>jurisprudencia</b> creada a partir de ella debería ser suficiente para que los magistrados no revisaran a la baja las penas.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sin embargo, salta a la vista que algunos magistrados no lo han interpretado así. Por eso, quizá habría sido conveniente, como apuntan algunos juristas, haber creado una nueva disposición transitoria específica para evitar males mayores, por eso de que más vale pecar de precavido que quedarse corto. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Haya habido error técnico o no, en cualquier caso, no es de recibo echarle el muerto en exclusiva a Igualdad, cuando ni Justicia ni todos los estamentos por los que pasó esta ley consideraron necesaria la citada disposición transitoria y, con su venia, dieron por hecho que la jurisprudencia marcaría el proceder de los tribunales. En el caso del Parlamento, solo PP y Vox rechazaron apoyarla porque alegaron que dejaba indefensos a los hombres. Como vemos, de momento no se conocen casos de indefensión, más bien al contrario.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Evidentemente el objetivo de Irene Montero con esta ley no era que se pudieran rebajar las penas de abuso a menores, así que no tiene sentido cargar contra ella y su Ministerio por ese resquicio que deja la ley para favorecer que un puñado de agresores sexuales pidan revisión de su condena. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Joven, de Podemos, hecha a sí misma, con una carrera y un master, que no reniega de su pasado como empleada en una tienda de supermercado, aunque la insulten llamándola 'cajera', de lágrima fácil, amiga del lenguaje ultrainclusivo... Entiendo que para muchos resulte tentador echarle la culpa de todo, hasta del asesinato de Kennedy. Pero no se pasen.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lo único que se le puede reprochar a la ministra de Igualdad es su <b>cerrazón en no solucionar el desaguisado</b> retocando la ley cuando resulta evidente que hay quien está malinterpretando el objetivo final de la reforma normativa. Ni siquiera sería admitir un error. Más bien facilitarle el trabajo a los jueces. </span></p>Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-65079668388860071042022-11-12T17:30:00.002+01:002022-11-12T18:11:24.703+01:00Disfrutar lo privado y defender lo público<p><span style="font-size: medium;">Al actor <b>Luis Tosar </b>se le ha ocurrido grabar un vídeo en el que apoya la manifestación de este domingo en Madrid en defensa de la <b>Sanidad pública</b> y le ha caído la del pulpo.</span></p>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='400' height='322' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dxnxbrlWliz8W6cJ79KcRCKfWesmWNR3v78s7sj8I3bNoTGcbXMbqcrQssU3_acszbKlCjmhn29R7YSuu08YQ' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los que no entienden el concepto ‘libertad de expresión’, salvo cuando son ellos los que opinan, han utilizado una imagen del actor saliendo de una clínica privada, donde su pareja había dado a luz, para tacharle de hipócrita por reivindicar la Sanidad pública sin utilizarla.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Este episodio me ha hecho recordar cuando en mi urbanización todos los amantes del pádel consiguieron aprobar que la Comunidad destinara un dineral a remodelar las pistas con un suelo especial e instalar iluminación para poder utilizarlas también cuando anochecía. Yo no juego al pádel ni nunca voy a disfrutar esas instalaciones, pero pagué religiosamente mi derrama para que el vecindario pudiera pelotear todo lo que quisiera.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">También me han venido a la cabeza esos edificios antiguos sin ascensor en los que han conseguido instalar uno salvando la oposición de algún vecino reticente. Porque, a pesar de que, tal y como estipula la Ley de Propiedad Horizontal, todos los propietarios están obligados a pagar los gastos y las reparaciones, siempre sale alguno que se niega a aportar, aunque viva en el segundo piso y tarde o temprano lo vaya a utilizar. Sin embargo, los propietarios del bajo dan la sorpresa mostrando total predisposición a afrontar los gastos, a pesar de que podían vivir sin ascensor perfectamente. Entienden que se trata de un beneficio para el vecindario y una mejora que revaloriza el edificio. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que Luis Tosar defienda algo tan valioso y sagrado como un servicio público es lo lógico. Todos deberíamos hacerlo, independientemente de que lo usemos o no, de que lo necesitemos o no, de que seamos más o menos afortunados, de nuestra posición social y económica. Todos deberíamos defender que nuestros impuestos se inviertan en bienes públicos para el beneficio común y que perdure el estado del bienestar.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif4PyUi9nQrb93Mr4JH0TCIZu1ZvpDw0d-oZ9Mmm8dg7n8KOJVveO2_deQcgLFELI-BjqTHPFxPu7ndgoKGuZMzJi5OJAI1CT35yV_HLQBADh4mQPioT8wTaACCfNZQt8hrJqj3ftsYZXUKhHtJtY2vB6l-hhNJ_8L6yEsKUuqqpuKrJfbfnIs8eAPyA/s1024/Fg_gQWKXoAA5-cP.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="724" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEif4PyUi9nQrb93Mr4JH0TCIZu1ZvpDw0d-oZ9Mmm8dg7n8KOJVveO2_deQcgLFELI-BjqTHPFxPu7ndgoKGuZMzJi5OJAI1CT35yV_HLQBADh4mQPioT8wTaACCfNZQt8hrJqj3ftsYZXUKhHtJtY2vB6l-hhNJ_8L6yEsKUuqqpuKrJfbfnIs8eAPyA/w453-h640/Fg_gQWKXoAA5-cP.jpeg" width="453" /></a></div><span style="font-size: medium;"><p style="text-align: justify;"><span></span></p>
<p style="text-align: justify;">Confesad: si vosotros tuvierais la oportunidad de saltaros las listas de espera contratando un seguro de salud privado, ¿dejaríais de preocuparos por cómo funciona la Sanidad pública de vuestro país?</p></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Si pudierais pagarles a vuestros hijos una educación privada elitista, ¿os la traería al pairo lo que pasara en las escuelas públicas? </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Si estuvierais tan podridos de pasta que sintierais la necesidad de rodearos de seguridad privada para ganar en tranquilidad, ¿os daría igual lo que el Estado invirtiera en Policía y servicios de emergencia?</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><span>Si habéis contestado </span><span>a todas estas preguntas</span><span> </span><span>con un sí, debo suponer que solo os interesa vuestro bienestar y que sois partidarios de bajar impuestos, invertir menos en servicios públicos y que cada uno se pague la ‘vidorra’ que pueda asumir. ¿He acertado? Si es así, entonces es evidente que no tenéis nada que ver con Luis Tosar.</span></span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-71699428308001509512022-10-08T21:51:00.000+02:002022-10-08T21:51:03.842+02:00Tradiciones y evolución<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Cuando tenía 18 años me vine a estudiar Periodismo en Madrid. Previamente mi madre estuvo sondeando a sus conocidos para saber qué alojamiento podía resultar el más conveniente para ‘independizarme’ por primera vez. Descartado el piso compartido, porque era “muy pronto”, y el <b>colegio mayor</b>, demasiado caro, mi progenitora optó por buscarme acomodo en una <b>residencia femenina de monjas trinitarias</b> recomendada por otras religiosas de mi pueblo. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Aquel palacete sobrio de arquitectura franquista en la calle Altamirano de Madrid se convertiría en mi casa durante los primeros tres cursos. Al cuarto aproveché la estampida de otras cuatro residentes con las que había hecho buenas migas para abandonar el orden de la orden e instalarme con ellas en un piso en Isaac Peral, donde se acabaron los horarios de cierre, de comidas o de luz y la megafonía para avisar de las llamadas telefónicas. Y, lo mejor, no venían tunos a cantarnos el ‘Clavelitos’.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lo siento, pero lo de la <b>tuna universitaria</b> siempre me ha provocado urticaria. Esos tipos con aspecto de haber repetido varios cursos, embutidos en bombachos cortos de terciopelo y ataviados con capa, representan para mí el antídoto de la lujuria.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Una noche se presentó una tuna a rondarnos a la puerta de la residencia. Buena parte de las chicas se asomaron a las ventanas excitadísimas con aquella inesperada presencia masculina que nos sacaba de la monotonía estudiantil y presionaron a las monjas para que dejaran entrar a los tunos en el recinto. “Solo un ratito”. No hubo que rogarles mucho. Imagino que a Sor Inés y al resto de religiosas se les hacía también el culo Pepsicola con la visita. Al final la tuna trasladó el recital al comedor de la residencia en un episodio del que solo guardo en la memoria la vergüenza que me dio.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Frente a las ‘Trinis’ no teníamos un colegio mayor masculino con colegiales que nos insultaran. Nos bastaba con el exhibicionista que merodeaba por la manzana y al que siempre terminábamos viéndole sin querer lo que llevaba debajo de la gabardina.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sin embargo, aunque nuestra residencia femenina estaba fuera del radio de acción de los alojamientos estudiantiles de la Ciudad Universitaria, sí conocí el ambiente de los colegios mayores. No solo durante las fiestas a las que fuimos invitadas, sino también por anécdotas que circulaban en el ambiente universitario y contaban unos y otras.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En toda aquella etapa no recuerdo que nadie me llamara puta y si lo hubiera hecho, aunque fuera en broma, no lo habría dejado pasar. Hay palabras gruesas que son inaceptables y reducir a “tonterías de adolescentes” su uso para referirse a una chica trivializa las faltas de respeto y el machismo. Ya está bien de echar mano del ‘puta’ como insulto contra una mujer en cualquier momento y por cualquier motivo. Por lista, por estrecha, por digna, por harta, por difícil… Muchos hombres, y algunas mujeres también, solo saben canalizar su frustración azotando con esa palabra. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De todo aquello han pasado más de 30 años y sospecho que nada ha cambiado en estos alojamientos estudiantiles gestionados por órdenes religiosas. Hace un tiempo nos reencontramos aquellas ‘Trinis’ que compartimos piso y al pasar por la calle de la residencia entramos para ver si todo seguía igual. Y sí. Hasta quedaban algunas monjas de entonces. Incluso nos cruzamos por los pasillos con algunas chicas que podíamos ser nosotras con 30 años menos.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVXhKLE9rMkdHAUAVVLNyBaERglkN4_M3ps-pwdGIPHDbSjaJGKt-6JixjbIuOg7pIT47z6m8VwjF7_4oQoaE2VNb5oo1M_Oj4nBJoOUnHXfwIgezFPsDs0EJcjT99cd3Wjf_HDNHkPim376lL2DyJBeP0M9apMUXWHYCSLiDI3gMDYGMl4ubl3wY5yg/s1149/colegio%20mayor%20elias%20ahuja.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="601" data-original-width="1149" height="334" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgVXhKLE9rMkdHAUAVVLNyBaERglkN4_M3ps-pwdGIPHDbSjaJGKt-6JixjbIuOg7pIT47z6m8VwjF7_4oQoaE2VNb5oo1M_Oj4nBJoOUnHXfwIgezFPsDs0EJcjT99cd3Wjf_HDNHkPim376lL2DyJBeP0M9apMUXWHYCSLiDI3gMDYGMl4ubl3wY5yg/w640-h334/colegio%20mayor%20elias%20ahuja.jpg" title="Colegio Mayor Elías Ahuja" width="640" /></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Todo este rollo que os he soltado viene a cuento, como ya supondréis, del <b>vídeo viral </b>que muestra a los estudiantes universitarios del <b>Colegio Mayor masculino Elías Ahuja</b> de Madrid ‘rebuznando’ sandeces machistas con coreografía desde las ventanas de sus habitaciones contra sus vecinas del <b>Colegio Mayor femenino Santa Mónica,</b> unas chicas que no se sienten ofendidas por sus vecinos a los que defienden porque consideran una tradición que llamen así su atención a diario e, imagino, también que de vez en cuando las insulten y avisen de que las van a follar. Están tan acostumbradas a que les dediquen esas ‘perlas’ que son incapaces de discernir entre la broma y lo inaceptable. </span></p>
<blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es" style="text-align: justify;">🎥 "Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas": vergonzoso acoso machista a universitarias por parte de los estudiantes de un colegio mayor de Madrid<a href="https://t.co/nuADBookeb">https://t.co/nuADBookeb</a> <a href="https://t.co/c8Vyf9ECvH">pic.twitter.com/c8Vyf9ECvH</a></p><div style="text-align: justify;">— Cadena SER (@La_SER) <a href="https://twitter.com/La_SER/status/1577928557472382976?ref_src=twsrc%5Etfw">October 6, 2022</a></div></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Alguien debería hacerles ver que <b>las palabras no son inocentes</b>, que el propósito de una broma debe ser que haga gracia y que no todas las <b>tradiciones</b> por el hecho de ser costumbre deben perpetuarse. El lanzamiento de una cabra desde un campanario en Manganeses de la Polvorosa se prohibió en el año 2000 por constituir un innecesario maltrato animal. Y la tradición milenaria y dolorosa de vendar los pies de las niñas chinas de clase alta para limitar su crecimiento normal y distinguirlas del resto se eliminó a principios del siglo XX.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Antiguas estudiantes del Colegio Mayor Santa Mónica han confirmado que efectivamente este lamentable espectáculo que ahora ha trascendido no ha sido una anécdota puntual, sino que lleva practicándose años. Incluso con intercambio de improperios desde ambos ‘bandos’, como si fuera un ritual de apareamiento del National Geographic. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lo preocupante es que todo siga igual porque quiere decir que en esa pequeña burbuja no se ha evolucionado al ritmo que ha avanzado el resto de la sociedad. Es más, puede que lo que se esté experimentando en algunos de esos reductos es una involución, un retroceso hacia mucho más atrás en el tiempo, hasta el Pleistoceno. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-50319013522084188282022-08-15T22:01:00.008+02:002022-08-15T22:38:07.955+02:00El último viaje en familia<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Acabo de regresar de un viaje de siete días en coche con mis hijos y su padre por <b>Francia</b> y <b>Bélgica</b>. El objetivo era llegar a un concierto de <b>Coldplay</b> en <b>Bruselas</b>. Así que con esa más que atractiva excusa, trazamos un itinerario desde Madrid que incluía dos ‘escalas’ previas en puntos estratégicos que los adultos deseábamos visitar, tres noches en la capital belga con excursiones a ciudades próximas y regreso con otras dos paradas turísticas camino de casa.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Quienes me siguen en redes sociales, principalmente en <a href="https://www.instagram.com/angela_beato/?hl=es" target="_blank">Instagram</a>, ya habrán tenido oportunidad de ver a diario imágenes de esta <i>road movie</i> en la que nos hemos embarcado. También apreciarán que en ninguna aparecemos nosotros. Por varias razones. La principal es que siempre encuentro otros motivos más fotografiables que yo misma y mi prole. También ha pesado el hecho de que uno de los viajeros es muy celoso de su intimidad y se niega a aparecer en las redes, al menos en las mías. También evita los selfies y los posados familiares, aunque su destino sea el archivo fotográfico personal. Afortunadamente, de vez en cuando le enternecemos y se digna a concedernos el privilegio de compartir con nosotros alguna instantánea.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Debo confesar que este miembro de la expedición, mi hijo, a cinco meses de su mayoría de edad, ha viajado obligado por contrato después de una dura negociación. Sí, creedme. Lo que a mí a sus 17 años me habría parecido un sueño hecho realidad -ver mundo, aunque fuera con mis padres-, a él le parecía un fastidio. Y aunque firmó que no boicotearía la aventura, la rúbrica no le comprometía a disfrutarla. De modo que no ha apreciado nada de lo que hemos visitado y ha dejado claro que no entendía por qué teníamos que hacer tantos kilómetros si todo lo que estábamos viendo en vivo y en directo estaba disponible en internet. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Nada más pasar la frontera experimentó un ataque de españolidad que le ha llevado a pasarse los siete días menospreciando cada monumento que veíamos, comparándolo con lo que teníamos en España. Solo se ha mostrado algo más motivado para mofarse de nuestra manera de hacernos entender en otro idioma, supervisar como un notario el modo en que nos desenvolvíamos en un país extranjero y transmitirnos permanentemente cómo le hacíamos pasar vergüenza ajena. Aunque su hermana mayor está más centrada y es de más fácil convivencia, sufrió también sus arrebatos, imagino que por efecto contagio o por el caldo de cultivo que iba sembrando su hermano y que terminó arrastrándonos a todos en algún momento.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVTws7M2uyurRbXUtSWpFEeM3AWR0CpxVubT4G9q8RqonCRoUnQL7WuPxYIEIgmCz6nOxs9kRsbrjuYmN8HAI3ixERhi9-BuVH9KZYv-kLosVdDes6IjCTynitEJ3bZo3rkb7f7jwToSqjTon693dBVgjY-FhI2bhGy9cQrIgWdX4ju-OotndhVewNrw/s1280/dunkerque.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="864" height="640" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVTws7M2uyurRbXUtSWpFEeM3AWR0CpxVubT4G9q8RqonCRoUnQL7WuPxYIEIgmCz6nOxs9kRsbrjuYmN8HAI3ixERhi9-BuVH9KZYv-kLosVdDes6IjCTynitEJ3bZo3rkb7f7jwToSqjTon693dBVgjY-FhI2bhGy9cQrIgWdX4ju-OotndhVewNrw/w432-h640/dunkerque.jpg" width="432" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Playa de Dunkerque</td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que no haya compartido imágenes familiares de este viaje no significa que no existan, pero os las ahorro porque no reflejan la realidad. Puede que dentro de muchos años, cuando se hayan ido diluyendo en nuestra memoria los recuerdos que ahora conservamos aún nítidos, quizá lo evoquemos como algo idílico, igual que ahora le parecería a cualquiera que revisara sin contexto los vídeos y fotos que guardamos en el móvil.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Nadie diría que dos minutos antes de posar estábamos discutiendo por cualquier gilipollez, igual que en casa pero a 1.500 kilómetros. O con la irritación que provoca el hambre, porque no encontrábamos un restaurante en el que nos dieran mesa después de las 9 de la noche. O hartos de buscar, y no encontrar, productos sin gluten. O jodidos porque el hotel elegido en aquella parada no tenía ni ascensor ni aire acondicionado ni secador. O sintiéndonos víctimas de xenofobia en aquel restaurante donde el camarero se negó a interactuar en otro idioma que no fuera francés y se divirtió a nuestra costa con otros clientes. O preocupados por si el barrio en el que nos alojábamos no era el más recomendable al caer la noche. O debatiendo acaloradamente sobre los distintos itinerarios para llegar a nuestro destino que nos sugería a cada uno Google Maps. </span><span style="font-size: medium;"><span>O con un cólico de gases después de atiborrarme a patatas fritas belgas con salsa de queso.</span><span> </span><span>O agotados tras una noche sin dormir demasiado porque la única que sigue teniendo el tamaño adecuado para una habitación cuádruple soy yo. O fastidiados ante la posibilidad de perdernos el comienzo del concierto de Coldplay por tener que hacer una cola de media hora para usar un retrete portátil.</span></span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De las cuatro personas que hemos compartido esta road movie, dos han manifestado claramente su intención de no repetir juntos una nueva experiencia viajera y las otras dos me temo que asumimos que probablemente este ha sido el último viaje en familia.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El concierto, bien, gracias. De hecho, yo me apunto a seguir haciendo turismo musical. Y que venga quien quiera. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-30315252822866271832022-08-01T18:29:00.002+02:002022-08-01T18:31:47.938+02:00Un cúmulo de despropósitos<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Confieso que cuando estoy en la playa o en la piscina no puedo evitar observar al resto de bañistas y compararme con ellos. Suelo envidiar los cuerpos antes llamados ‘perfectos’ y ahora denominados ‘normativos’. Sin embargo, me anima comprobar que la mayoría de las anatomías son como la mía, ‘imperfectas’, con grasa, celulitis, estrías, kilos de más concentrados en la línea de flotación, partes fofas, ausencia de abdominales, signos de la edad… y me trato de autoconvencer de que, visto lo visto, no estoy tan mal para lo que se ve por ahí.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Así que cuando me desplazo de la toalla al agua, voy meneando mis imperfecciones muy digna imaginando que el resto de bañistas se harán las mismas pajas mentales que yo. O no. Quizá solo los que lucen cuerpos esculturales. Puede que nadie mire a nadie y yo sea la única que a veces se pregunta por qué los <b>cánones de belleza</b> coinciden solo con las características de una minoría privilegiada de la población.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sea como sea, desde que el mundo es mundo, las playas están llenas de mujeres y también hombres, gordos, flacos, jóvenes, viejos, altos, bajos, depilados, sin depilar, con y sin discapacidad. <b>Diversidad</b> total. Y sí, puede que alguien te mire, para maravillarse o para consolarse, pero la vida sigue. Nadie impide el paso a nadie y, por lo general, nadie suele hacer nada por incomodar al otro. Y digo por lo general, porque hace poco unos imbéciles descerebrados llamaron gorda a gritos desde un coche a una amiga de mi hija de 18 años que iba andando por la calle. Aún hoy sigo preguntándome qué lleva a alguien a hacer algo tan ruin.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El caso es que estos episodios ocurren porque cafres hay en todas partes y tienen el talento de dejar a algunas personas hechas polvo. Por eso el <b>Instituto de las Mujeres</b> del <b>Ministerio de Igualdad</b> debió pensar que podía ser útil una campaña reivindicativa de la diversidad de cuerpos sin complejos. Así es como nació la fallida ‘El verano también es nuestro’. Pero a veces las buenas intenciones conducen a un fiasco. Sobre todo cuando se carece de experiencia o se quiere ser tan original que se descuida la ejecución. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Estas cosas pueden pasar si te arriesgas a contratar a un creativo poco profesional, nada habituado a que su trabajo sea escrutado al milímetro, que desconoce algo tan básico como que no todos los tipos de letra son de uso gratuito y que piensa que puede utilizar imágenes de personas reales con derechos de autor y ‘dibujarlas’ sin pedir permiso.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Eso es lo que ha ocurrido con esta campaña. El organismo oficial encargó a una marca activista contra la gordofobia un cartel-anuncio para sensibilizar contra los estereotipos de género basados en los cánones de belleza femeninos. La idea era que la campaña transmitiera la idea de que todas las mujeres podemos disfrutar libremente de la playa sin sentirnos incómodas ni ser el centro de las miradas por detalles de nuestro físico. <b>Arte Mapache</b> fue la empresa que se encargó del proyecto por el módico precio de 4.490 euros. Detrás de esta marca se encuentra alguien que se define como "diseñadora audiovisual, artista multidisciplinar, activista antigordofóbica y experta en la autogestión".</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Si su objetivo era que la campaña se hiciera viral lo han conseguido, pero por un cúmulo de despropósitos que demuestran principalmente falta de solvencia.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZqwbULhlz728-IjsPPCtF8RTxsRhSWyr9fhh2zVQ23dvYlCEhC2AA26A6hJR7zxmoVe2Yb8pnIvQdlDAMDlZXphaiNxPyWin1YZ_A4TfFCpBMiS1MijOVQmLI-oSRhy1hoH_TAQUVAYIgFPNCNHKL9Jq5hdZygDvQlczBPOkgyM3She9vrqNmksww_Q/s900/elveranotambienesnuestro.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="506" data-original-width="900" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZqwbULhlz728-IjsPPCtF8RTxsRhSWyr9fhh2zVQ23dvYlCEhC2AA26A6hJR7zxmoVe2Yb8pnIvQdlDAMDlZXphaiNxPyWin1YZ_A4TfFCpBMiS1MijOVQmLI-oSRhy1hoH_TAQUVAYIgFPNCNHKL9Jq5hdZygDvQlczBPOkgyM3She9vrqNmksww_Q/w640-h360/elveranotambienesnuestro.jpeg" width="640" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Para empezar, Arte Mapache empleó una tipografía que no es de uso libre pero sin hacer las gestiones pertinentes para su utilización. Y lo que es más grave, en la ilustración que le encargaron no se limitó a crear unos personajes, sino que “se inspiró” -como ella ha admitido- en imágenes de mujeres reales que utilizó sin hacérselo saber a las protagonistas. Para rizar el rizo, a una de ellas, con discapacidad en su vida real, la trasladó a la ilustración sin su prótesis, sino con una pierna corriente, y le pintó vello. Y ha utilizado la cabeza de una doble mastectomizada para colocársela en un cuerpo con solo un pecho. Por redondear el despropósito, la fotógrafa de la imagen con derechos de autor ha montado en cólera por lo que considera un robo.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En un mundo globalizado como este era cuestión de tiempo que las mujeres que habían “inspirado” la creatividad se enteraran de que aparecían en una campaña institucional del Gobierno de España. Más si el anuncio en cuestión ya había sido objeto de debate sobre el sentido y la utilidad de la campaña.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El bochorno que siente cualquiera al leer las reacciones de las agraviadas debe haberse multiplicado en un ‘tierra trágame’ en el caso de la propia creativa, cuya incompetencia ha quedado patente. Ya ha pedido disculpas y explicado que trata de resolver el entuerto con las mujeres que aparecen en el cartel. Pero el daño ya está hecho y este caso la va a marcar y perseguir profesionalmente de por vida.</span></p>
<p></p><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Tras la polémica, justificada, entorno a los derechos de imagen de la ilustración he considerado que la mejor forma de paliar los daños que se hayan podido derivar de mi conducta es repartir los beneficios que se derivan de este trabajo a partes iguales 👇</p>— ArteMapache (@ArteMapacheArt) <a href="https://twitter.com/ArteMapacheArt/status/1552701064847233024?ref_src=twsrc%5Etfw">July 28, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No se libran del bochorno -ni de los ataques- en el Instituto de las Mujeres y el Ministerio de Igualdad, aunque en su defensa debo decir que en estos casos una supervisión del trabajo previa a la difusión no resulta suficiente. Tampoco hubiera tenido mucho sentido interrogar a la diseñadora sobre los detalles de la ejecución, cuando se da por hecho que se la ha contratado porque es capaz de afrontar un trabajo de estas características sin meter a su contratador en un lío.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En este escenario, la única solución sería cortar por lo sano y retirar la campaña, pero de poco serviría cuando ya ha viajado por la red y ha salido hasta en los telediarios. Así que, como siempre, habrá que dejar que el tiempo traiga el olvido y que, al menos, los responsables institucionales que hicieron el encargo hayan aprendido algo de esta tremenda cagada.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-69636884584362676262022-07-04T11:21:00.002+02:002022-07-04T11:23:50.155+02:00Comentarios de altura<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Trabajo en un <b>periódico digital.</b> Mi labor básicamente es encargarme de la portada en el turno de tarde. Eso supone estar pendiente de cualquier última hora informativa mientras edito y jerarquizo los contenidos que aparecen en la página principal del diario. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Entre mis cometidos también está moderar los <b>comentarios de los lectores</b>. Es decir, leerlos y decidir si acepto su publicación o la rechazo. Este ejercicio es a ratos entretenido y siempre muy revelador. Terminas identificando a un puñado de asiduos que opinan de las principales noticias y detectando por sus palabras de qué pie cojean cuando aplauden o censuran medidas. Incluso cuando se enzarzan en discusiones entre ellos.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las normas de uso indican claramente que “no está permitido verter comentarios contrarios a la ley o injuriantes” y que el medio se reserva el derecho a eliminar los mensajes que considere fuera de tema. A pesar de ello, cada día me veo obligada a rechazar numerosas opiniones con <b>insultos, descalificaciones y bromas hirientes</b> contra los políticos de los que se habla en cada noticia. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Algunos también dirigen sus perlas contra el medio porque -dicen- se nos ve el plumero. Lo curioso es que coinciden en la apreciación tanto los que nos acusan de ser de derechas como los que nos encuentran demasiado escorados a la izquierda. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Más me preocupan los lectores que tienen por costumbre referirse a Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez-Almeida, Mónica García, Pedro Sánchez y demás servidores públicos con apelativos de todo menos cariñosos. Y siempre con un nivel de agresividad preocupante. Como si solo se pudiera opinar insultando.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La práctica me ha permitido adquirir cierta soltura en la <b>moderación de comentarios</b>. Ya no dudo cuando encuentro un improperio. Lo borro de inmediato. En cambio hay otros mensajes que me generan un conflicto interno porque, aunque directamente no recurren al insulto y hasta derrochan ingenio, van cargados de mala baba. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Algunos juegan con los dobles sentidos, como esos que llaman a la presidenta de la Comunidad de Madrid IDA sembrando la duda de si será por sus iniciales o porque la están llamando loca. O los que se refieren a la líder de Más Madrid en la Asamblea como MEMA, utilizando su eslogan presentación de campaña de MÉdica y MAdre, aunque suene a otra cosa.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXAKENuLrJ-etYPafQVM2T-lXEBvCcqo7kUX5yNyakKAnqez4rscKBd_kYEmib8QHrynVa50kxQlgeT1bA32DmGS_tqqoliJPhOODmtl5GMyflowy3yyHeUKPrw4kfOkR7o8MzlTY2CLaN6Du3DlXBzJW6tsiaU1xzPpmHo70iKCBgvD0imd-us8lZ2A/s1500/alcaldes%20de%20Madrid%20y%20Kiev.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="1500" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXAKENuLrJ-etYPafQVM2T-lXEBvCcqo7kUX5yNyakKAnqez4rscKBd_kYEmib8QHrynVa50kxQlgeT1bA32DmGS_tqqoliJPhOODmtl5GMyflowy3yyHeUKPrw4kfOkR7o8MzlTY2CLaN6Du3DlXBzJW6tsiaU1xzPpmHo70iKCBgvD0imd-us8lZ2A/w640-h426/alcaldes%20de%20Madrid%20y%20Kiev.jpeg" title="Alcaldes de Madrid y Kiev (Foto: Ayuntamiento de Madrid)" width="640" /></a></div><span style="font-size: medium;"><br /></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Entre los faltones sin insulto directo se encuentran los que <b>aluden al físico</b> de los mencionados en la información. Los últimos que recuerdo son unos que bromeaban con una imagen que publicábamos de los alcaldes de Madrid y Kiev. Aparecían estrechándose las manos tras firmar un acuerdo de hermanamiento entre ambas ciudades y la diferencia de altura entre ambos era más que evidente, 2 metros contra 1’63 a favor el ucraniano. Me parecía un chiste inapropiado y gratuito, así que no autoricé los comentarios con la mofa, pero tampoco los eliminé del sistema; los dejé en el limbo, para que la siguiente redactora encargada de la portada por la mañana decidiera qué hacer.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Valoro el gesto de interactuar con un medio de comunicación. Los usuarios que leen una información en cualquier periódico y se toman la molestia de escribir un comentario sobre lo leído tienen mucho mérito. Se agradece comprobar que hay alguien del otro lado consumiendo el producto de nuestro esfuerzo. Pero si lo más inteligente que pueden comentar de un servidor público es su estatura, su peso, su pelo o su atuendo, me decepcionan. Se me ocurren muchas otras razones para cuestionar a Almeida, que si mide más o menos, algo que, por otra parte, ni está en su mano solucionarlo ni afecta a su papel como regidor municipal.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-58128805778093559952022-06-08T11:42:00.003+02:002022-06-08T11:44:36.637+02:00Risas en el telediario<span style="font-size: medium;">Usuarios de Twitter celebran una pieza del telediario de Antena 3 del pasado sábado 4 de junio sobre la ruptura del futbolista Gerard Piqué y la cantante Shakira. Particularmente aplauden a su autor, Jose Larrea, para quien algunos tuiteros piden un aumento de sueldo por su “maravilla”.</span><div><br /></div><div><br /><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">ehm por favor que le suban el sueldo al periodista que ha hecho esta MARAVILLA con la ruptura de Shakira y Piqué <a href="https://t.co/OOryJuQdup">pic.twitter.com/OOryJuQdup</a></p>— Isma.dwg (@ismachlbs) <a href="https://twitter.com/ismachlbs/status/1533377791093313538?ref_src=twsrc%5Etfw">June 5, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script></div><div><br /></div><div><span style="font-size: medium;">La ‘gracia’ de la información es que emplea pedazos de canciones de Shakira alusivos a la trayectoria sentimental de la pareja para contar el desenlace de la relación. Lo que se entiende por un vídeo ingenioso, más digno de Youtube, TikTok o cualquiera de esos reels que circulan por redes sociales que de un informativo en una cadena de televisión convencional. Y precisamente creo que es eso, estar fuera de lugar, presentarse como una anomalía dentro de la información seria, lo que ha hecho brillar el trabajo del reportero. </span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Tengo mis dudas de que un telediario tradicional deba incluir este tipo de ‘gracias’. Tampoco creo que la separación de Piqué y Shakira tenga la suficiente entidad como para colarse en la escaleta de un informativo. Más bien encajaría en un programa de corazón, sociedad o variedades. </span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Eso no quiere decir que no valore lo que se consigue introduciendo este tipo de material gamberro en un formato clásico: la repercusión en otros canales de comunicación y la atracción de nuevos públicos poco habituados a ver un telediario. </span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT_FsBiVaUHESXWvBkkdwVhcgIXXDnEN6mN12Egkaso2FDBkYsJMpiCjViA9SaHX50U7DoFZ6vqDxZndn7MWFPIgZus8_htvRMkTshetJAP520JUEkMsRWUNSeuR3D_t59ApB6t-mp1b89CVB2-pLhd2BIsyZ61A-PB28UIFghW9PiExpPUoIMG8m27g/s1280/news-g547e08a65_1280.png" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1280" height="480" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhT_FsBiVaUHESXWvBkkdwVhcgIXXDnEN6mN12Egkaso2FDBkYsJMpiCjViA9SaHX50U7DoFZ6vqDxZndn7MWFPIgZus8_htvRMkTshetJAP520JUEkMsRWUNSeuR3D_t59ApB6t-mp1b89CVB2-pLhd2BIsyZ61A-PB28UIFghW9PiExpPUoIMG8m27g/w640-h480/news-g547e08a65_1280.png" width="640" /></a></div><span><div style="font-size: x-large;"><span style="font-size: large;"><br /></span></div><span style="font-size: medium;">Quiero creer que ese es el objetivo del editor de ese informativo al arriesgarse a emitir algo así. Quizá es un visionario. Puede que simplemente asuma la realidad. Y es que hoy en día la gente ya no ve la televisión para saber qué pasa, sino que consume la información que le llega por redes sociales. Y competir con eso manteniendo el formato del siglo XX es una batalla perdida. </span></span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Seré una antigua, pero cuando yo elijo a las tres de la tarde un informativo de televisión, lo hago buscando noticias relevantes, seriedad y rigor en la presentación, incluso originalidad en la factura y el montaje. Y cuando me pide el cuerpo cachondeo, también sé dónde buscar. Y no es en el telediario. Quizá es que me estoy haciendo vieja. Me temo lo peor. En breve estaré llamando a las noticias ‘el parte’.</span></div>Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-63219684889873904122022-05-14T14:19:00.005+02:002022-05-14T15:04:52.907+02:00Tener o no tener la regla<p><span style="font-size: medium;">Fui una afortunada. La regla nunca me dolió más de la cuenta. Como mucho, alguna molestia puntual que combatía con analgésicos. Nada que no fuera compatible con mi vida cotidiana, primero en clase y luego en el trabajo. </span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Más engorro suponía para mí tener que hacer cien viajes al baño uno de esos días para asegurarme de que las ‘barreras de higiene femenina’ contenían mis coágulos y la hemorragia no traspasaba mi ropa. Siempre escondiendo disimuladamente en el bolsillo el tampón o la compresa, no fuera a ser que alguien supiera que estaba “en esos días”. </span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Luego en el baño, tocaba ocultar bien el cuerpo del delito en el cubo de basura, cuando lo había. Porque si no, había veces que terminabas envolviendo en papel higiénico el residuo y metiéndolo en el bolsillo hasta que encontrabas una papelera donde deshacerte de él. Menudas gilipolleces. </span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Afortunadamente en ese aspecto hemos evolucionado. Al menos las mujeres. Hoy las chicas comparten con naturalidad y sin eufemismos que están con el periodo, hablan maravillas de ese invento sostenible que es la copa menstrual y se ríen de los señoros que saben de todo, también del ciclo, pero se imaginan la sangre de color azul, porque así aparece en los anuncios de compresas.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">La noticia de que el Gobierno va a asegurar por ley que las mujeres con reglas dolorosas puedan cogerse una baja laboral en esos días me ha sorprendido. Creía que ya existía una incapacidad temporal por dismenorrea sin que eso nos haya estigmatizado laboralmente a las mujeres. Estaría bueno que un médico pudiera prescribir descanso a un trabajador por migraña, esguince o lumbago y no por una patología que ni empastilladas permite a algunas ponerse en pie.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Me hacen gracia aquellos que están echando cuentas de lo que le va a costar al país estas bajas por tener la regla y hacen números contando a todas las mujeres. Señores, la regla es un coñazo, pero no todas las mujeres se van a coger dos o tres días de baja al mes coincidiendo con su sangrado. Solo lo harán aquellas para las que el médico prescriba un tiempo de reposo porque se encuentran tan mal que ni un tío cachas aguantaría los dolores.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6wp48XgM_GLgK0ABd9MgOUZ1CibWt5880sDLNmYXKcyXk7lLAH6_P1WWyYu20X-gNnAGejx-4ZqVeTHV_vH0MY5BGK8GM7mKWvQEyA49y3zbg9xGQLkhTOcRPv6GClR9druBLGsYvKDyTXP7UokeGX8tU1P0In6U_0GAW-3d4DJBq5kuHqN8-W5N-WQ/s1920/woman-g0aa06ed2c_1920.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1920" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6wp48XgM_GLgK0ABd9MgOUZ1CibWt5880sDLNmYXKcyXk7lLAH6_P1WWyYu20X-gNnAGejx-4ZqVeTHV_vH0MY5BGK8GM7mKWvQEyA49y3zbg9xGQLkhTOcRPv6GClR9druBLGsYvKDyTXP7UokeGX8tU1P0In6U_0GAW-3d4DJBq5kuHqN8-W5N-WQ/w640-h426/woman-g0aa06ed2c_1920.jpg" title="Dolor de regla (Foto: Pixabay)" width="640" /></a></div>
<p><span style="font-size: medium;">El estatuto de los trabajadores establece dos días por el fallecimiento, accidente o enfermedad graves, hospitalización o intervención quirúrgica sin hospitalización que precise reposo domiciliario, de parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad.El permiso será de cuatro días cuando la persona trabajadora necesite desplazarse.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Mi padre estuvo varias veces hospitalizado fuera de mi lugar de residencia y nunca me cogí ningún permiso. Le visité en un viaje relámpago y regresé para seguir trabajando. Es más, murió un sábado de carnaval de hace 16 años, fui a su entierro y el lunes estaba en mi puesto de trabajo tratando de no pensar en su pérdida.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">He vivido tres mudanzas, siempre en fin de semana, así que no me he beneficiado del día de permiso por traslado de domicilio habitual que corresponde a cualquier trabajador.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">A lo que no renuncié fue a los 15 día libres por matrimonio, que sumé a mis vacaciones de verano y mis días libres para pegarme dos meses de ensueño. Os aseguro que de haber sufrido menstruaciones incapacitares, habría reducido ese permiso y canjeado el resto por días sueltos para quedarme en casa maldiciendo el hecho de ser mujer.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Publicaba en Twitter una compañera que el mejor invento para las mujeres sería algo para dejar de tener la regla. Ya existe. Es la menopausia. Y os aseguro que si a un empresario le das a elegir entre una trabajadora que pueda pedirse una baja por menstruación dolorosa y otra mayor de 50, no creo que tuviera dudas sobre a quién contratar.</span></p>Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-86782546267660988762022-04-09T17:16:00.002+02:002022-04-09T17:25:16.184+02:00Si yo fuera comisionista<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Leyendo en qué se gastaron la comisión millonaria los empresarios que hicieron negocio con la pandemia en el Ayuntamiento de Madrid, me he dado cuenta de que no tengo madera de rica.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Con los seis millones de euros que, según la querella de la Fiscalía Anticorrupción, se llevaron <b>Luis Medina</b> y <b>Alberto Luceño</b> por conseguir mascarillas, guantes y test para la ciudad procedentes de una empresa malaya, se compraron un yate, tres relojes Rolex, una vivienda y varios vehículos de alta gama entre los que había un Ferrari, un Lamborghini, un Aston Martin y varios Mercedes.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La única inversión que veo razonable en lo que parece una carta a los Reyes Magos es la vivienda. Cuando hago cada semana la Primitiva y fantaseo con que me tocan unos millones, siempre pienso en mudarme a una casa mayor, tampoco demasiado, pensando en que luego me tocaría limpiar más. Porque así somos los de la clase media, que cuando imaginamos nuestra vida más acomodada, no soñamos con que tendremos personal de servicio.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero en mi lista de deseos nunca aparecen yates, ni relojes de marca, ni coches de alta gama. Como mucho, ese Audi o Tesla con el que uno se limita a soñar, porque a algunos nos suele parecer obsceno gastarnos en un coche lo mismo que nos costaría una casa en la España vaciada.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigeysvgz94DpEyorlU2ZTry61TTbAIhOchv9S5w2D7eqlqCUUe_9OpxZGIpYle7WNcGgdw6h1xdWrSY0QwgxTZIfxf57fDjteWx4IwoG0estb039Q9EWIC9MSgbzvSdd2fTetRCpFLeu1Sw_Pd2ratXz4tPbQWdPQgjlqVNj4gNUVfi7_J7I0o6otymw/s1920/piggy-bank-ga7df6ef2e_1920.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1152" data-original-width="1920" height="384" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEigeysvgz94DpEyorlU2ZTry61TTbAIhOchv9S5w2D7eqlqCUUe_9OpxZGIpYle7WNcGgdw6h1xdWrSY0QwgxTZIfxf57fDjteWx4IwoG0estb039Q9EWIC9MSgbzvSdd2fTetRCpFLeu1Sw_Pd2ratXz4tPbQWdPQgjlqVNj4gNUVfi7_J7I0o6otymw/w640-h384/piggy-bank-ga7df6ef2e_1920.jpg" width="640" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Esta que os escribe se gastaría la comisión en pagar los recibos del gas y la electricidad, la letra del coche y los impuestos. En viajar a destajo sin rastrear vuelos <i>low cost</i> ni hacer búsquedas en <i>Booking</i> filtrando por los hoteles más baratos. En elegir el menú de los restaurantes guiándome para mi apetito y no por mi cartera. En visitar periódicamente al fisio para mantener a raya mis contracturas y por ‘chapa y pintura’ por placer y para reconocerme en el espejo. En vestir ropa buena, de esa que te sienta como un guante y dura más de una temporada. En llenar la cesta de la compra con productos saludables sin mirar el precio. En suscribirme a todos los periódicos y plataformas de streaming. En ir al cine aunque no sea el día del espectador, sentarme en la mejor butaca para ver los últimos musicales y no perderme ni un concierto, aunque con lo que cuesta una entrada se pudiera pagar una pensión no contributiva. Incluso en compartir mi buena suerte con aquellos que son más desafortunados. Y, sobre todo, en dejar de trabajar o hacer cualquier cosa solo por obligación. En definitiva, en disfrutar realmente de los pequeños placeres de la vida.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Ahora que lo pienso, para ser comisionista y enriquecerte de forma fraudulenta en una situación tan crítica como la de la pandemia hay que valer. Como mínimo resulta imprescindible carecer de escrúpulos, y yo de eso, para bien o para mal, ando sobrada. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-4833943485045697112022-01-30T17:13:00.001+01:002022-01-30T17:13:21.879+01:00El festival que nadie quería<p><span style="font-size: medium;">Ilusos. Pensabais que estaba en vuestra mano decidir la canción que representaría a España en el festival de Eurovisión. ¿Dónde se ha visto? El pueblo mandando sobre la tele pública que pagamos todos. ¡Venga, hombre!</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Pero, tranquilos, no es culpa vuestra. Quien os ha engañado lo ha hecho muy bien, con una estrategia muy depurada. Os hizo creer que era posible y picasteis el anzuelo. Comenzó por inventarse el lema ‘El festival que quieres’ y lo tomasteis al pie de la letra. Para distraer la atención, permitió competir a una canción feminista sobre mamás y mamas y a todo un himno folk gallego que gritaba “no hay fronteras”. Montó dos semifinales y una final de un renacido Festival de Benidorm, os animó a gastaros la pasta votando por vuestros favoritos a través de teléfonos de pago y dejó que el entusiasmo popular hiciera el resto.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Pobres. Habéis sido arrastrados al espejismo de que, por primera vez, sin contar a Chiquilicuatre, RTVE podría apostar en Europa por algo nuevo, transgresor y con mensaje, y lo celebrasteis, porque la España actual es distinta y diversa, la conforman diferentes sensibilidades y ha evolucionado tanto como el propio festival de Eurovisión, aunque la televisión pública no haya reparado en ello. </span></p><p><span style="font-size: medium;">Desde el principio, dio la impresión de que la organización del <b><i>Benidorm Fest </i></b>tenía clara la canción que debía representarnos. No les culpo. Yo misma, en una primera escucha de las preseleccionadas, me fijé en la propuesta de <b>Chanel</b>. Más festivalera, imposible. Parecía la baza con más posibilidades de coronarse en Turín el 14 de mayo. Pero es cierto que ese tipo de show ya está muy trillado. Así que no deja de ser una opción pasada de moda, por mucho que utilice expresiones, ambientes y tópicos instalados en la banda sonora de nuestros días por culpa de hits latinos que triunfan entre el populacho.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh8gLdml6sInYi6k5uHZ5OwDi6uuhCDv10l3quHJlk2DzMF662clYWsAocb0WZXyRVcQ9kxwJfchauWYygh-tOiTzRmE5uEgKRCFKfA7MSvlGwrI7vjEPkysSfQxizhR19VxormxCl2OpVCO0JMpzCMsXnnbMQ3z1KSpGG0I--cCJB9uQEtyWV8TPrzRw=s940" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="940" height="340" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh8gLdml6sInYi6k5uHZ5OwDi6uuhCDv10l3quHJlk2DzMF662clYWsAocb0WZXyRVcQ9kxwJfchauWYygh-tOiTzRmE5uEgKRCFKfA7MSvlGwrI7vjEPkysSfQxizhR19VxormxCl2OpVCO0JMpzCMsXnnbMQ3z1KSpGG0I--cCJB9uQEtyWV8TPrzRw=w640-h340" width="640" /></a></div><br /><p><span style="font-size: medium;">No sé qué papel haremos en Eurovisión con <b><i>SloMo</i></b>, una canción cuyo título no alude a ningún embutido sino a la expresión 'cámara lenta' en inglés. Su intérprete, además de hacer gala de una impresionante preparación física para ser capaz de cantar a la vez que se menea más que una profesora de zumba, entona frases tan profundas como <i>“siempre toy ready pa romper caderas, romper corazones”</i> o <i>“Apenas hago doom doom con mi boom boom y le tengo dando zoom zoom”</i>. Mayor superficialidad, imposible. Quién va a querer enviar a Europa mayores profundidades, dirán los jefes de la tele pública. Aunque si rascas te quede el regusto amargo de estar trasladando el mensaje a nuestro entorno de que España no ha pasado de pantalla y sigue anclada en el estereotipo casposo de la mujer que vuelve loquitos a los <i>“daddies”</i>.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Creo que RTVE se ha equivocado. Y no me refiero tanto a la canción elegida como al engaño a un público que había recuperado el interés por este certamen gracias al formato y las canciones en liza. El jurado profesional, con un peso del 50% de la puntuación, no tenía ningún sentido en esta fase del proceso cuando ya se había hecho una criba previa de las casi 900 propuestas que respondieron a la convocatoria abierta en septiembre por RTVE. Ahí es donde, en todo caso, procedía su asesoramiento para que no hubiera ‘sorpresas’ y cualquiera de las 14 canciones seleccionadas pudiera ser una digna representante de la cadena pública en el festival. </span></p><p><span style="font-size: medium;">Pero la elección final debía haber quedado en manos de la audiencia que, en definitiva, es la que ha convertido en un éxito televisivo el <b><i>Benidorm Fest</i></b> con un 21% de cuota de pantalla y 3 millones de espectadores. De esta forma sí habría sido el festival que todos queríamos. Porque, aunque también aquí aparecieron las dos Españas, encarnadas en los fans de <b>Rigoberta Bandini</b> y los de <b>Tanxugueiras</b>, por primera vez no se enfrentaban, sino que, ganara quien ganara de las dos atrevidas propuestas, el resultado habría hecho sentirse satisfechos a uno y otro bando. Y eso es más de lo que ha conseguido nada ni nadie en este país.</span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-32118745414921403182022-01-22T19:25:00.001+01:002022-01-22T19:31:08.808+01:00Mayores digitales<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Mi octogenaria madre es usuaria de <b>Facebook</b> desde hace siete años y medio. Le abrí una cuenta y le di una clase práctica al verla animada a ‘modernizarse’ en vista de que la mitad del pueblo estaba en esa red social donde había oído que se intercambiaba mucha información que ella se estaba perdiendo. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El miedo a lo nuevo y desconocido le hizo mantener al principio un perfil bajo. Solo entraba para ver lo que otros publicaban. Pronto las peticiones de amistad empezaron a abrumarla. Pero, una vez aleccionada sobre lo que significaba aceptar a alguien como amigo, empezó a manejarse con soltura en esta red. Poco a poco fue atreviéndose a dar a ‘me gusta’, dejar comentarios, felicitar cumpleaños, subir fotos e incluso compartir alguna publicación sin mayores sobresaltos, salvo una vez que su escasa o nula afición al cine para adultos le hizo creerse un post de coña en el que le atribuían talento científico y un doctorado en Harvard al actor porno el ‘niño polla’. La sangre no llegó al río y su reputación quedó intacta porque alguien de su círculo, con más mundo, la alertó del escandalazo y eliminó la publicación espantada.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">También se maneja bastante bien con el<b> Whatsapp </b>y sus emojis. Pertenece a numerosos grupos, algunos demasiado activos, tanto que ha aprendido a silenciarlos. Durante el confinamiento se aficionó a las videollamadas y, aunque al principio nos obsequiaba con planos detalle de su oreja o su nariz, enseguida le vimos la cara completa y ahora no tiene nada que envidiarle a cualquier <i>instagramer</i> o <i>tiktoker</i>. También le ha cogido el gusto a contestar mensajes con notas de voz, así que cuando vas con prisa activas el x1.5. ¡Bendito botón de velocidad de reproducción! </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Además del móvil, le regalamos una tablet. De este modo, con una pantalla de mayores dimensiones, le resulta más cómodo conectarse a internet para enterarse de las noticias, ver películas, leer libros, jugar al Candy Crush, consultar si le han ingresado la pensión o pedir cita a través de la aplicación de su tarjeta sanitaria. No penséis que todo es idílico. También pierde la paciencia en alguna ocasión cuando el dispositivo no responde a sus expectativas. Entonces nos lanza un SOS. Yo diría que más o menos ha asimilado conceptos como los datos, la wifi, los megas o los gigas, aunque de vez en cuando pregunte que cuántas ‘gemas’ le quedan. Si mi padre levantara la cabeza no creería cuánto ha avanzado el mundo y cómo se ha adaptado su viuda a todas esas modernidades.</span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgw9Y5khfD9XAtAyIA0aYbH1JzyQjh-IlOJ_L2ekClNGxfeXCyKCVgxNBzQGi4wA3bAZhFicWT56v8n_W1cV31DD7wnCxT-oTGAiXCQ7E_CjMiTgK1qj--DVkqL5jO7IF6wyYnaVCqT4FdnwhBpUvLW-M2oWDVYxnsuHYLeptMwwB5ElWZoYPxtnugiCA=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1920" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgw9Y5khfD9XAtAyIA0aYbH1JzyQjh-IlOJ_L2ekClNGxfeXCyKCVgxNBzQGi4wA3bAZhFicWT56v8n_W1cV31DD7wnCxT-oTGAiXCQ7E_CjMiTgK1qj--DVkqL5jO7IF6wyYnaVCqT4FdnwhBpUvLW-M2oWDVYxnsuHYLeptMwwB5ElWZoYPxtnugiCA=w640-h426" width="640" /></a></div><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Os cuento esto al hilo de una <a href="https://www.change.org/p/tengo-78-a%C3%B1os-y-me-siento-apartado-por-los-bancos-todo-es-por-internet-y-no-todo-el-mundo-se-maneja-pido-atenci%C3%B3n-humana-en-las-sucursales-bancarias-bbva-caixabank-bankinter-santander-resp-sabadell-help-cabk-responde-bbvaresponde-es" target="_blank">petición de firmas iniciada en Change.org</a> hace unas semanas por <b>Carlos San Juan</b>, un hombre de 78 años que se siente apartado por los bancos y reclama atención humana en estas entidades a las que acusa de haberse olvidado de las personas mayores. Lamenta que no paran de cerrar oficinas, hay menos personal, horarios más ajustados y que muchas gestiones solo se pueden hacer en el cajero, por internet o mediante tecnologías que los mayores no saben manejar.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Los miles de firmas obtenidas y la repercusión social de su queja han llegado a oídos del Gobierno que ha dado un mes de plazo a las patronales del sector para que revisen su protocolo con el fin de garantizar la inclusión financiera de los mayores y asegurar su acceso de los servicios financieros. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Que la banca ya no es la que era resulta evidente. Y los damnificados somos todos, no solo los mayores. Quién no ha estado en una cola para hacer una gestión en la caja de un banco y llegadas las 10 o la 11, dependiendo de la entidad, el empleado ha dejado de atender sin importarle los clientes pendientes ni el tiempo que llevaban esperando. Yo misma, sin ir más lejos, sufrí algo parecido hace unos meses cuando necesitaba pagar unas tasas, un trámite que solo se puede realizar de manera presencial en ventanilla. De modo que cualquier mejora que se pueda hacer en ese campo repercutirá en todos. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sin embargo, no creo que la frustración de los mayores se solucione ampliando el tiempo y los empleados de banca que les ayuden a hacer las gestiones y les eviten aproximarse a las nuevas tecnologías. Al contrario, lo más operativo en mi opinión sería demostrarles a los mayores todo lo bueno que pueden encontrar en la red. Es decir, adiestrarles en su uso, ayudarles a descubrir sus ventajas y enseñarles cómo sacarles partido.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Imagino que cuando aparecieron las primeras lavadoras despertarían en nuestras abuelas los clásicos recelos, acostumbradas como estaban a lavar a mano. Pero no renunciaron a ese magnífico avance que les hacía la vida más fácil. Ni a todos los inventos que fueron surgiendo a lo largo de los años. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Si por el hecho de ser mayores presumimos que estas personas no van a estar interesadas en progresar o disfrutar como el resto de ciudadanos de las oportunidades que nos brinda la tecnología, entonces sí estaremos dejándolas atrás, dándolas de lado. En una sociedad en permanente transformación, los mayores también tienen que ser capaces de digitalizarse. Con naturalidad, como un juego, sin presiones. Internet forma parte de la época que les ha tocado vivir, aunque ya les pille en retirada. Y si se sienten superados por innovaciones que parece que solo asimilan sin trauma los nativos digitales, además de instruirles a su ritmo, quizá también la tecnología debería trabajar en ser todavía más intuitiva. </span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-30307998962642682112022-01-16T09:52:00.007+01:002022-01-16T09:55:38.452+01:00Carnaza<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No voy a alimentar más el debate sobre algo que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, no dijo porque no tiene sentido y no merece la pena. Las polémicas artificiales construidas sobre ‘carnaza’ que unos dicen que alguien dijo pero que en realidad no dijo son de primero de propaganda política y ofenden al sentido común del ciudadano que quiere escuchar, sabe leer y entre las virtudes que le adornan puede presumir de comprensión lectora.</span></div><blockquote class="twitter-tweet"><p dir="ltr" lang="es">Aprovecho para publicar la transcripción completa de lo que dije en la entrevista, pues por motivos de espacio el periodista tuvo que excluir algunos elementos que hoy, al calor del bulo y la mentira que ciertos actores promueven, salen realzados. <a href="https://t.co/ljR2x3n5Bu">pic.twitter.com/ljR2x3n5Bu</a></p>— Alberto Garzón🔻 (@agarzon) <a href="https://twitter.com/agarzon/status/1478483509987708930?ref_src=twsrc%5Etfw">January 4, 2022</a></blockquote> <script async="" charset="utf-8" src="https://platform.twitter.com/widgets.js"></script><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Dicho esto, prefiero plantearos una cuestión a los que os gusta la carne y la consumís habitualmente. Si pudierais elegir entre estas dos opciones, decidme qué preferiríais comer:</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">
<p> 1.-Carne de un animal que ha pasado sus últimos años de vida correteando libremente por una granja o una explotación de <b>ganadería extensiva</b>, alimentándose con pasto y productos naturales y supervisado con mimo en su crianza. </p></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">2.-Carne de un animal que ha estado hacinado en una <b>macrogranja</b>, sin casi poder moverse, con otros cientos de su especie, engordado a la fuerza y a gran velocidad mediante piensos baratos procedentes terceros países para su rápida ‘puesta a punto’ y sin casi contacto con ningún humano, dado que la instalación está totalmente tecnologizada. </span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgVz2HEt3po4C33Wu2A0I12VqSZht4SBZH2d4pYJ_qqmd6RuB7RN3lV01xcT-ksOkogDj7kKbbGMGXQlfYu8QbUbD1z5RWSdsC9zH2hQt239DntWbRepgENkjO1wshoKfkDfPJUJDfA8x2d8jMgeYtgx4RjOgga63W8Rqoy4bRGArhkxB06IXRnufeIkg=s1920" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1920" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgVz2HEt3po4C33Wu2A0I12VqSZht4SBZH2d4pYJ_qqmd6RuB7RN3lV01xcT-ksOkogDj7kKbbGMGXQlfYu8QbUbD1z5RWSdsC9zH2hQt239DntWbRepgENkjO1wshoKfkDfPJUJDfA8x2d8jMgeYtgx4RjOgga63W8Rqoy4bRGArhkxB06IXRnufeIkg=w640-h426" width="640" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Yo particularmente elegiría siempre la primera carne, aunque quizá mis ahorros me bajarían de la nube de una bofetada y me harían elegir la carne que puedo pagar, la segunda, que resulta más barata porque el producto final llega al lineal del supermercado más rápido y con menos coste para el dueño del negocio. Quienes han cargado contra el ministro dicen que la calidad del producto es la misma. Permitidme que lo dude. Si así fuera no habría diferencia de precio. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Según el <b>Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)</b>, la ternera procedente de ganadería extensiva es un 30% más cara y el pollo casi un 70%. La pena es que solo adivinemos el tipo de carne que comemos cuando miramos el precio, porque la ley no obliga a incluir en el etiquetado de qué tipo de granja procede lo que nos comemos. Lo más que llegamos a saber es si es pollo de corral. Ahí es donde vendría bien que se centrara el señor ministro. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Desengañémonos. Para cubrir las necesidades nutricionales de carne de toda la población no bastan las explotaciones del primer modelo. Lo ideal sería contar solo con ganadería extensiva, sí, pero no produce lo suficiente. Solo un 5% de la carne que consumimos viene de esas granjas de vacas, corderos, cerdos o pollos felices. Así que, salvo que de aquí a corto plazo proliferen las impresoras 3D que fabriquen a lo bestia proteína lo más parecida posible a lo que sería un chuletón, tenemos que permitir el <b>modelo intensivo</b>, pero bien regulado y ejecutado, nada que ver con el industrial que practican esa especie de factorías de carne que conocemos coloquialmente como macrogranjas, aunque sea un término que no aparece recogido en ninguna ley. Ahí también podía poner el ojo el ministro Garzón, en trabajar en una legislación y unos controles que evitaran las malas prácticas en ese tipo de explotaciones ganaderas. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Os planteo una última cuestión a los carnívoros que defendéis el modelo de las macrogranjas, si es que hay alguno entre quienes lean esto. ¿Os gustaría que os instalaran una de esas explotaciones de 4.000 cerdos al lado de casa con todo su impacto ambiental? Imaginad convivir con sus olores, con la contaminación de los acuíferos por los purines y las emisiones a la atmósfera de amoníaco procedente de esta mezcla de orines y excrementos de tantos animales juntos. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Algunos pueblos de la <a href="https://es.greenpeace.org/es/wp-content/uploads/sites/3/2021/10/macrogranjas-LR-2.pdf" target="_blank">España rural y vacía</a> han permitido el asentamiento de estas explotaciones en sus términos municipales con la esperanza de obtener buenos ingresos y revitalizar la economía de la zona. Pero al final la realidad se impone y el ayuntamiento termina pagando el arreglo de los caminos destrozados por el continuo paso de camiones, los trabajadores del pueblo siguen desempleados porque esas factorías apenas necesitan mano de obra y el fuerte hedor termina atrayendo a más moscas que turistas. Eso sí, lo que no les falta a los residentes es carne de cerdo estresado. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Lo más delirante es que antes de esta ya cansina polémica <b>todos los partidos rechazaban las macrogranjas</b>, igual que el ministro. El propio PP se ha opuesto a este modelo de ganadería industrial en una treintena de municipios españoles. Y Castilla-La Mancha, una comunidad autónoma gobernada por el PSOE, con un presidente que también se lanzó al lodazal contra Garzón, acaba de aprobar una moratoria para no instalar macrogranjas hasta 2025. Los propios dueños de explotaciones de ganadería extensiva, el modelo ideal para el ministro y para el resto del arco parlamentario, son los más perjudicados por la ganadería industrial y los primeros en remarcar que es insostenible, pero se han visto arrastrados a este debate ficticio y, ya que les han puesto en el foco, quieren aprovechar para conseguir cariño y ayudas tras años de pasarlas canutas. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"> </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Entonces, si todos estamos de acuerdo, ¿dónde está la polémica? A ver si va a ser porque hay unas elecciones autonómicas en Castilla y León el 13 de febrero.
</span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div>Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-52877125748065040262021-12-24T16:44:00.003+01:002021-12-28T15:44:08.122+01:00Fallece Santiago Chivite, periodista, escritor, buena persona y gran amigo<span style="font-size: medium;">Una mala noticia me ha abofeteado al despertarme esta mañana. Ha muerto <b>Santiago Chivite. </b>Para quienes no le conocierais<b>, </b>era periodista, escritor, compañero, excelente persona y gran amigo. En estas fechas he echado de menos sus mensajes de Whatsapp pidiéndome que le ayudara a confeccionar su felicitación navideña digital. Estaba ingresado en la UCI de un hospital de Burgos tratando de recuperarse de los numerosos daños sufridos en un accidente de tráfico, así que permanecía ajeno al móvil.</span><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">El último whatsapp que recibí de él me llegó el 5 de noviembre, pocos días antes de que perdiera el control de su vehículo en una carretera de Soria. Me felicitaba porque era el día de Ángela de la Cruz y consideraba que era mi santo, algo que yo ignoraba porque nunca he controlado el santoral como él. Me preguntaba si estaba bien y me anunciaba la próxima presentación de su libro <b>‘Encuentros con Jesús de Nazareth’</b>. El mismísimo <b>Cardenal Carlos Osoro</b> iba a ser el maestro de ceremonias, “¡Toma ya!”, escribía. Lo leí con prisa, porque estaba trabajando, y le contesté con un escueto “¡Gracias!, Todo bien, espero que vosotros también”. Añadí un emoticono de guiño y beso. Lo que se dice una mierda de mensaje de cortesía.</span></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjq6ptvVh_eshj6GKVfnHUQwJtQX5kkYD8vJpHUVyNMGkceerefSFqRU93mssUzk6-14-g-OvpBWpMHjo5JMuubA2hwfRsDf1n9DWAzcB6o332ov_q3Vf9LYtKsDMRpJYLwUXZab1dQtmaMv1aykGch_4oBvBijjFATEVblG9ZSrlq-MFeXE4rkM8X0Hg=s750" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="732" data-original-width="750" height="312" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEjq6ptvVh_eshj6GKVfnHUQwJtQX5kkYD8vJpHUVyNMGkceerefSFqRU93mssUzk6-14-g-OvpBWpMHjo5JMuubA2hwfRsDf1n9DWAzcB6o332ov_q3Vf9LYtKsDMRpJYLwUXZab1dQtmaMv1aykGch_4oBvBijjFATEVblG9ZSrlq-MFeXE4rkM8X0Hg=s320" width="320" /></a></div><div><br /></div><div><span style="font-size: medium;">Cuando pocos días después su hijo Javi me contó lo que había pasado y me trasladó la gravedad de la situación, me sentí fatal. No solo por lo ocurrido, sino por la posibilidad de que muriera sin haberle contestado algo más profundo, sincero o efusivo. Debería haberle llamado para que me contara lo emocionado que estaba con este nuevo libro religioso que iba a terminar encasillándole en la temática mística. Bromearíamos y me contaría su próximo viaje a <b>Cintruénigo</b> con su mujer, Dori, para ver a la familia, y yo le diría que disfrutara de la excursión. Pero no lo hice. No le llamé. </span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">No sé si durante este mes y medio, en el que parecía que iba recuperándose, alguien le llegó a decir que me acordaba mucho de él y que estaba deseando que le dieran el alta para que volviera a darme la turra con sus felicitaciones navideñas o con el montaje anual de fotos de sus nietos que coleccionaba para ir viendo la evolución de los cinco pequeños y no tan pequeños. </span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Parecía que había remontado. Su salida de la UCI, su alta del Hospital de Burgos y su traslado al Gregorio Marañón en Madrid daban a entender que había Chivite para rato. Pero ayer, la víspera de Nochebuena, en plenas navidades, una época del año tan especial para un creyente como él, Santiago Chivite falleció. Lo escribo y todavía no me lo creo. </span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Chivite fue mi jefe en el <b>Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Las Rozas</b>; mi maestro en comunicación política, institucional y de crisis; mi compañero de vinos blancos en la terraza de Los Amigos; mi narrador de apasionantes batallitas sobre el diario <b><i>Ya</i></b> y sobre el PP de Fraga; mi parapeto para salir indemne del veneno de la política; mi organizador de aperitivos de San Fermín, con su chistorra y su pañuelico, como buen navarro; mi amigo y confidente. Envidiaba su amor por Dori, cómo presumía de hijos y nietos, su villa en Carabaña, su sentido del humor y su profunda fe. </span></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi4JlMW3q-bo1yvjDFkIpRQBOQYnWax6LnKOgcLo57CpcQlpNQKFcuorH3D_Xo32aiRPaoDqWKRuyZaVTM2pLHzqwj6OC2yCEGWD4tP_K2DGTN-ShFtfxz2blTo5L9yrWY70LJUs4kFFx6W9kKKtfNnj2gsW-WNlLbfjJZmvayAC3w_jn0MfELKCaYXOA=s640" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="640" height="450" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEi4JlMW3q-bo1yvjDFkIpRQBOQYnWax6LnKOgcLo57CpcQlpNQKFcuorH3D_Xo32aiRPaoDqWKRuyZaVTM2pLHzqwj6OC2yCEGWD4tP_K2DGTN-ShFtfxz2blTo5L9yrWY70LJUs4kFFx6W9kKKtfNnj2gsW-WNlLbfjJZmvayAC3w_jn0MfELKCaYXOA=w640-h450" width="640" /></a></div><br /><div><span style="font-size: medium;">Para mí fue todo esto durante los dos años años que compartimos despacho y después, cuando nuestros caminos laborales se bifurcaron en 2011 por unas nuevas <b>elecciones municipales </b>en la que Las Rozas cambió de alcalde, pero no de siglas. A un año de su jubilación, le mandó al paro el mismo <b>Partido Popular</b> al que consagró buena parte de su vida profesional. </span></div><div><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div><span style="font-size: medium;">Después de esta gran faena, mantuvimos el contacto, las llamadas en cumpleaños, los mensajes con consultas sobre ordenadores -¡Ay, él y la tecnología...!-, los mails con instrucciones para algún 'favorcito', los vinos blancos aprovechando alguna de sus visitas al pueblo y las <b>comidas de Navidad</b>. </span></div><div><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgYiDbhqKxKHJjkB_VmqM9XV2A30R7GNTv5EAlsC2IGv8KfSRwr4RD-kMsb1zgYPtW3KBs_noW0Fq3_H6oSGcglCr1MdurE-oXH10w5LLhUAajAgTy6WEL30RyQavHmAG9U4HLKd5EfuPRDN9hGrwXCdhFacBmeTnsyH-C1NbRVXLR5gtRsRfzeRkrWSg=s779" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="779" data-original-width="750" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEgYiDbhqKxKHJjkB_VmqM9XV2A30R7GNTv5EAlsC2IGv8KfSRwr4RD-kMsb1zgYPtW3KBs_noW0Fq3_H6oSGcglCr1MdurE-oXH10w5LLhUAajAgTy6WEL30RyQavHmAG9U4HLKd5EfuPRDN9hGrwXCdhFacBmeTnsyH-C1NbRVXLR5gtRsRfzeRkrWSg=w385-h400" width="385" /></a></div><br /><div><span style="font-size: medium;">A estas alturas del año ya nos habríamos reunido junto con otro grupo selecto y variopinto de personajes conectados a través de aquel ayuntamiento. Habríamos compartido menú y lotería. El año pasado suprimimos la quedada navideña por el Covid. Este año tampoco ha podido ser. Ya nunca más podrá ser. </span></div>Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-65232788487725535282021-11-20T17:15:00.011+01:002021-11-20T17:24:47.909+01:00Un extraño en la habitación de mi hijo<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">De un tiempo a esta parte sospecho que mi hijo no es mi hijo. Juraría que alguien me ha dado el cambiazo. Hay detalles que no me cuadran. No parece el mismo. Y no me refiero solo a su aspecto físico. Doy por hecho que a los 16 años han dado el estirón, derrochan una fuerza que no controlan, les brotan granos en las mejillas, les asoma un bigote de cuatro pelos y parece que tienen siempre el pelo sucio. Así que todo eso no me extraña. Son otros detalles de su comportamiento los que me hacen sospechar.</span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Por ejemplo, antes dormía con la puerta abierta y ahora la mantiene cerrada todo el santo día. Antes me abrazaba y besaba de manera espontánea sin motivo aparente y ahora me hace la cobra cuando intento aproximarme. Antes colocaba su mano sobre mi hombro cuando caminábamos por la calle y ahora evita ser visto conmigo en público. Incluso disimula para no saludarme si nos cruzamos accidentalmente por la calle y va acompañado de unos amigos que ya no conozco y con los que nunca he hablado. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Recuerdo que a mi hijo se le daban bien todos los deportes y le encantaba practicarlos. Desde su más tierna infancia fue enlazando natación con tenis, luego karate, después fútbol y más tarde baloncesto. Sin embargo, este que se hace pasar por él solo practica con asiduidad el ejercicio de mover el dedo índice de la mano derecha para manejar el ratón del ordenador. Para ser honestos, últimamente también se machaca en el gimnasio con el propósito de ponerse "mamadísimo”. Como extra, se ha apuntado por sorpresa con sus amigos a un equipo de futbol 7 sin tener siquiera botas de tacos ni interés en comprarlas. Así que juega con las que le van dejando. Por supuesto, este extraño me ha prohibido acercarme a verle jugar, prueba inequívoca de que no es mi hijo. A él nunca se le ocurriría dejarme al margen a mí, que le enseñé a chutar y a entrar a canasta cuando era un renacuajo y que no me he perdido ninguno de sus partidos. Cuando le he pedido explicaciones, este adolescente borde, que es imposible que haya salido de mi útero, me ha venido a confesar que mi sola presencia le avergonzaría delante de sus colegas. Así, con todo su cuajo.</span></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuX5MQx0r9RDSzKsC313Z52UAc3SeBHfFKfJRCU_eu_aTpao6VzM5n5SUfSmiqvF8GwGD6z2VfV0ailxES9sqaKFDJj651MN6-q51RiFs5QX5VgYemo1uOpZzMaWLiWljCDT9swAVNWb5Q/s1280/prohibido+entrar.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="853" data-original-width="1280" height="426" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuX5MQx0r9RDSzKsC313Z52UAc3SeBHfFKfJRCU_eu_aTpao6VzM5n5SUfSmiqvF8GwGD6z2VfV0ailxES9sqaKFDJj651MN6-q51RiFs5QX5VgYemo1uOpZzMaWLiWljCDT9swAVNWb5Q/w640-h426/prohibido+entrar.jpg" width="640" /></a></div><span><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero tengo más pruebas e indicios de que ese que duerme en la cama de mi hijo no es mi hijo. El que yo parí recuerdo que me buscaba la víspera de un examen para que le preguntara la lección. En cambio, este que alimento y alojo en casa ni siquiera me cuenta que tiene exámenes. A mi pequeño traté de enseñarle la tabla de multiplicar; la diferencia entre hay, ay, y ahí; el verbo to be, y un montón de competencias educativas más. Pero este ser que convive conmigo prefiere ilustrarse con vídeos de Youtube y directos en Twitch, mientras descuida su ortografía en sus mensajes de Whastapp. Voy más allá. A pesar de ser poco aficionado a estudiar, mi hijo siempre encontraba alguna materia que le fascinara: la ciencia, la tecnología, las matemáticas… Hoy, este que vive en mi casa echa pestes del sistema educativo, despotrica por tener que estudiar cosas que no le van a servir para nada, reniega de la memorización y pone a parir a todos los profesores que le aburren en sus clases.</span></p></span><p></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Sé que este impostor no es mi niño porque, de cada cuatro palabras que emite, una es “puta”. Es su calificativo más frecuente. “Me cago en mi puta raza” es una de sus frases favoritas. Pero también sale de su boca con frecuencia “Cierra la puta puerta” o “Esto es una puta mierda”. Cuando este desconocido se frustra, eleva la voz, da golpes en las mesas y portazos, algo que nunca hacía mi hijo, que no era respondón ni malhablado ni faltaba al respeto. Tampoco cuestionaba mis órdenes ni discutía mis planteamientos, algo que se ha convertido en una costumbre para este intruso que de vez en cuando zanja los debates con un “Ok, boomer”. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Echo de menos cuando jugábamos juntos o cuando vivíamos los viajes como una aventura. Este desalmado que se hace pasar por mi hijo no quiere ni jugar ni viajar ni hacer nada que suponga pasar tiempo conmigo. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Pero quien sea que ha secuestrado a mi hijo y ha dejado a este suplantador aquí, en ocasiones se despista y deja escapar a mi retoño, que reaparece de nuevo en casa en vez del insoportable. Suele coincidir con alguna oferta en una web de ropa de marca. Y como yo le he echado tanto de menos, a veces pico y se la compro. O cuando se acerca el fin de semana. Entonces sé que es él porque se sienta a mi lado, me dedica su mejor sonrisa, suelta un “tenemos que hablar” y despliega todo su atractivo para convencerme de que le dé permiso para llegar tarde a casa o quedarse a dormir con alguno de esos amigos cuyos progenitores están de viaje y no tienen inconveniente en dejar a su prole menor de edad sola en casa como Macaulay Culkin. </span></p>
<p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Debo admitir que mi adorado hijo también aparece cuando interactúa con otras personas, sus abuelas, sus tíos y otros adultos. Entonces sí reconozco a la persona cariñosa, educada y simpática que ha criado esta boomer. De momento, tendré que conformarme con eso.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></p>
Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8533537403023718480.post-27046218707026834072021-11-06T19:19:00.001+01:002021-11-06T19:20:28.163+01:00La jungla a la puerta del colegio<div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Una de las cosas que más agradecí cuando mis hijos crecieron y pasaron del colegio al instituto fue dejar de tener que llevarlos o recogerlos. Quien no tiene críos en edad escolar ignora que el salvaje oeste era un juego de niños comparado con el entorno de un colegio a la hora de entrar o salir de clase. No imagina la transformación que sufren padres, madres y resto de adultos encargados de la penosa tarea de acercar a la chavalería hasta los centros educativos o recogerla una vez que concluye la jornada escolar. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Afortunadamente, por incompatibilidad de horarios, yo no llevé mucho a mis hijos al colegio, fue su padre quien se encargó. De lo que no me libré fue de recogerles a la salida. Y puedo asegurar que ese ejercicio cotidiano lo vivía como un martirio. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">La mayoría de las veces, como la proximidad a nuestra casa lo permitía, solía ir andando, aunque lloviera, que para eso están los paraguas. El problema surgía aquellos días que coincidían extraescolares -natación, tenis, gimnasia, música…- y los horarios nos obligaban a salir pitando de un lado a otro. La situación requería entonces llevar el coche al lado del colegio con media hora de antelación para encontrar sitio donde aparcar y esperar. En ese rato era testigo de la locura. Mi propio coche conserva en sus laterales las huellas de los golpes recibidos por las puertas de otros vehículos introducidos casi a presión en un hueco imposible. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1k-N-87v6gq_7bREX-1IruDBWC9QDUeCs-TvSilVEHQvcPRfg7kpvwmsb1wjD5W2AZvp2yiYA6EhgxyxGRgFmYQxbz5ponVT7nONgDU2oT9qtYUE6RVSik9Ot_H5qOWZki2byxH51zp7m/s1280/atasco.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="1280" height="360" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1k-N-87v6gq_7bREX-1IruDBWC9QDUeCs-TvSilVEHQvcPRfg7kpvwmsb1wjD5W2AZvp2yiYA6EhgxyxGRgFmYQxbz5ponVT7nONgDU2oT9qtYUE6RVSik9Ot_H5qOWZki2byxH51zp7m/w640-h360/atasco.jpeg" width="640" /></a></div><br /></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En esos años que no añoro he visto cosas que no creeríais: madres sin ninguna discapacidad aparente aparcando “un minutito” en plazas para personas con discapacidad; padres estacionando en pasos de peatones sin ruborizarse; adultos hechos y derechos tirando el coche en doble fila delante de la puerta del colegio para evitarse andar 50 metros. Incluso recuerdo que una vez una conductora pretendió retirar a algunos padres de la acera para aparcar su coche allí. No lo consiguió, a pesar de echar sapos por la boca. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">El colegio donde han estudiado mis hijos, Los Jarales, colinda con otro, La Encina, cuyo terreno a su vez limita con una escuela infantil, Juan Ramón Jiménez, que tiene en su parte trasera un colegio de educación especial, el Monte Abantos. En total se concentran cuatro centros escolares de Las Rozas en una misma manzana con plazas de aparcamiento limitadas, lo que se traducía entonces en colapsos de tráfico de unos quince minutos cada mañana y tarde. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Las alternativas para evitar ese estrés al volante eran ir caminando, en autobús o en bicicleta. Caminando íbamos quienes vivíamos cerca y no teníamos nada urgente que hacer después. La opción del autobús solían utilizarla las cuidadoras sin vehículo que acompañaban a los alumnos que vivían a cierta distancia del colegio. En cuanto a ir sobre dos ruedas, era un mínimo porcentaje el que se animaba, pese a poder utilizar el carril bici que llega hasta la puerta y dejar la bici en los aparcamientos específicos de que dispone el colegio. Por cierto, en la época en que mis hijos eran alumnos nunca los vi ocupados. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Al principio pensaba que la alta concentración de centros escolares públicos en poco espacio, el escaso aparcamiento y la falta de civismo tenían la culpa del caos. Pero resulta que con el tiempo vi esa misma estampa en otros dos colegios de barrios próximos. Casualmente ambos eran concertados. Además, ellos sí que contaban con aparcamientos ‘disuasorios’ en los que dejar el vehículo para recorrer andando el último tramo de unos 100 metros hasta la puerta del colegio. Pero se ve que hay conductores que no están dispuestos a que les digan dónde tienen que estacionar y lo hacen donde les apetece, en doble fila, impidiendo el paso de los demás vehículos, o en la acera, obligando a los peatones a salir a la calzada. Es decir, que lo único que compartían unos y otros colegios es el poco civismo exhibido por los adultos en las entregas y recogidas. </span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">Tras <a href="https://www.madridiario.es/atropelladas-tres-ninas-salida-colegio-montealto-mirasierra" target="_blank"><b>el atropello</b></a> en el que perdió la vida esta semana una menor a la salida de un colegio en Madrid y otras dos resultaron heridas, ha vuelto a surgir el debate sobre la conveniencia de restringir el tráfico en los <a href="https://www.revueltaescolar.es/" target="_blank"><b>entornos escolares y hacerlos más seguros</b></a>. Yo no tengo dudas. Aunque ya no me afecte, o porque ya no me afecta, digo sí.</span></div>Angela Beatohttp://www.blogger.com/profile/04424653116823329106noreply@blogger.com2