Blog personal de Ángela Beato. Escribo lo que siento. Digo lo que pienso. Procura no tomarme demasiado en serio.

sábado, 2 de marzo de 2024

Jodie Foster y las demás "avejentadas y feas"

Carlos Boyero la ha vuelto a armar. A pesar de estar, como quien dice, en retirada, su colaboración semanal en el programa de la Cadena SER ‘La ventana’, opinando sobre películas y series, le permite seguir pontificando sobre algo tan subjetivo como el arte cinematográfico. Sin embargo, el motivo de la polémica esta semana no ha sido tanto su crítica profesional sobre la última temporada de ‘True detective’ como su manera de referirse a su protagonista, Jodie Foster.

“Mira que quiero yo a Jodie Foster desde que era una niña y aquí no me gusta ni verla ni oírla. Está como avejentada... Es que ya es muy mayor, pero digamos que hay gente que envejece de una forma y otra de otra. Y a mí, aquí, yo creo que hay planos que la maquillan para que esté más fea", suelta sin despeinarse un señoro de 70 años, cara de cráter y aspecto de oler como poco a rancio, sobre una mujer de 61 que está interpretando un papel de jefa de Policía en Alaska.

Debo confesar que no he visto la serie, pero sí a la actriz en pantalla interpretando este papel porque el padre de mis hijos se ha tragado cada capítulo y, accidentalmente, me he topado con alguna escena cuando iba a lo mío. Cosas de la convivencia. Al principio me costó reconocerla. Luego me llamó la atención lo natural de su caracterización y terminé viéndome reflejada en su personaje por el triste cabello que compartimos. Ninguna de estas reflexiones las verbalicé.

Creo recordar que mi conviviente sí mencionó algo sobre el aspecto de la Foster, un tipo de comentario que suele hacer sobre mujeres que alguna vez consideró ‘sex-symbols’ y que el cruel paso del tiempo ha privado de esa etiqueta. Suele escocerme escucharle en esos términos porque siento que, si piensa eso de una 'celebrity', a saber qué se está callando sobre la decadencia de quien duerme junto a él. También me fastidia porque no suelo escuchárselos con tanta frecuencia a propósito de hombres que van haciéndose mayores. Debe ser que ellos nunca envejecen mal.

Boyero no es el único que se ‘traumatiza’ cuando descubre que una mujer icónica empieza a reflejar los efectos de la edad, signo inequívoco de que está viva. Son muchos los hombres que, todavía hoy, cultivan la fea costumbre de criticar públicamente el físico de las mujeres maduras, famosas y anónimas, aunque ninguno de ellos, curiosamente, suela destacar por su extraordinaria belleza o perfección estética.

Para Boyero (y los demás), lo ideal sería que Jodie Foster (y las demás) mantuviéramos el aspecto de treintañeras de por vida, con cada cosa en su sitio, sin arrugas en la cara, flacidez en el vientre y celulitis en los muslos que nos afean y delatan todo lo que hemos vivido. En definitiva, que fuéramos eternamente deseables para alegrarles la vista y que el mundo, su mundo, siguiera siendo maravilloso.