Blog personal de Ángela Beato. Escribo lo que siento. Digo lo que pienso. Procura no tomarme demasiado en serio.

lunes, 10 de diciembre de 2018

La inteligencia artificial tiene voz de mujer

Mis amigos Natalia y Raúl cuentan con un nuevo miembro en la familia. Se llama Amazon Echo Dot, aunque todos en casa le llaman Alexa. Seguro que se convertirá en el regalo de moda en todos los hogares estas navidades. Se trata de un asistente virtual desarrollado por Amazon en forma de altavoz inteligente que atiende las necesidades de sus dueños. Bueno, no todas... Por ejemplo, cuando quieren despertarse a las siete de la mañana con música de Queen para ir a trabajar de buen rollo, se lo dicen a Alexa y ella, muy disciplinada, busca en internet los grandes éxitos de la banda de Mercury, valora cuál es el más apropiado para levantarte de la cama de un salto y a la hora acordada le da al play para que suene el temazo. Ellos han conectado Alexa a su equipo de alta fidelidad, así que la música suena por los altavoces como si estuvieran en primera fila del concierto Live Aid. De vez en cuando también le preguntan por el tiempo, para saber a qué atenerse cuando salen de casa, o sobre cualquier duda que les surja. Basta con llamarla por su nombre y preguntarle: “Alexa, ¿cómo se hace un buen gin-tonic?”, “Alexa, ¿qué día es el cumpleaños de mi suegra?”, incluso “Alexa, ¿cuándo es el partido del Real Madrid?” (sí, ellos tienen ese defecto).


Alexa es capaz de manejar cualquier dispositivo doméstico con wifi, lo que quiere decir que podría encender y apagar las luces, la televisión, la calefacción, la lavadora o el robot aspirador con solo pedírselo. De esta manera su dueño no tiene que tomarse la molestia de acercarse a ningún interruptor y presionarlo con el índice, que es algo enormemente agotador, como todos sabéis... Con desearlo y verbalizar ese deseo es suficiente.  Es una lástima que de momento con la plancha haya que seguir empleando el método tradicional, lo mismo que para tender la ropa o vaciar el lavavajillas…

Pero no me quiero dispersar, voy a ir ya al motivo de este post, sugerido por Natalia, la dueña de Alexa, tras reparar ambas en un detalle curioso. Alexa tiene nombre y voz de mujer, no hay opción de que sea hombre. Pasa lo mismo con Siri, el asistente inteligente de Apple, y con cualquiera de los mayordomos virtuales para Android. También con los navegadores de muchos coches. Todos mujeres. He leído que puede que Facebook venga a acabar con esa tendencia. Habrá que verlo.

En cualquier caso, no solo dispositivos móviles o altavoces inteligentes suenan a mujer. Brujuleando por la red de repente reparas en que algunas grandes compañías también recurren a una figura femenina para guiar a sus visitantes por su web corporativa. Por ejemplo, Renfe tiene a Irene, Correos a Sara y Movistar a Aura. Parece que incluso Ikea tuvo a Anna pero ha desaparecido de su portal; imagino que la jubiló cuando las preguntas de los usuarios tocapelotas traspasaron la línea de lo políticamente correcto para los suecos.







Tratando de documentarme para este post me he dado cuenta de que no hemos descubierto nada nuevo. Alguien antes que nosotras ya había reparado en este detalle. Así que no somos las primeras en darnos cuenta de que la inteligencia artificial tiene voz de mujer… Que dicho así suena a gloria. Como si los departamentos de invención y programación de artilugios y gadgets estuvieran liderados finalmente por brillantes cerebros femeninos. Pero no. Todavía nos falta un poco. De momento solo copamos los puestos en el área de asistencia virtual. Aquí sí que no hay que reivindicar nada; es el único lugar donde la mujer tiene el empleo asegurado. Eso sí, una mujer irreal, de mentira, imaginaria, robótica, sin iniciativa, diseñada para interpretar un guión, capaz de contestar el mismo puñado de preguntas comunes y corrientes, simples FAQ’s, siempre con una sonrisa.

En conclusión, creo que a los hombres les produce placer dar órdenes a mujeres, así que no podemos esperar nada distinto de estos productos o servicios que están hechos por hombres y pensados para conquistar particulamente a un público masculino. Quizá soy demasiado rebuscada y simplemente se deba a que el timbre de voz femenino es más agradable para interactuar. O a que, por lo general, cuando un hombre da indicaciones, parece que en realidad lo que da son órdenes, mientras que una mujer intimida menos. Yo qué se… Le preguntaré a Alexa.

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