Después de un par de semanas fuera de casa había que llenar la nevera, así que hace unos días no hubo más remedio que darse una vuelta por el Carrefour. Como os podéis imaginar, los pasillos principales del supermercado estaban dedicados a la campaña central en esta época del año: la vuelta al cole. Ya es un clásico de septiembre. Todo estaba monopolizado por ese gran acontecimiento. Había uniformes y ropa deportiva, mocasines y zapatillas, cuadernos, lápices y demás artículos de papelería, tratamientos antipiojos y hasta un lote de jamón serrano, embutidos, queso y aceite. Para las meriendas, dicen. No es la primera vez que recurren a esta gran oferta así que debe funcionarles.
A mí me parece excesivo animar al consumidor a comprar una pata de jamón con la excusa de que los niños tienen que empezar el nuevo curso, pero vaya usted a saber. No quiero pensar que aprovechando la coyuntura den salida a excedente de producto. Eso sí, casi lo prefiero a los productos de bollería industrial. Tampoco me parece muy habitual -por mucho que se empeñen en anunciarlo- andar comprando ordenadores o tabletas a los niños cuando empieza el nuevo curso, sobre todo porque acabas de hacer un desembolso considerable para los libros de texto y hay otras épocas más propicias para invertir en tecnología, por ejemplo, un día sin IVA. En todo caso, puede que esta estrategia comercial tenga que ver con los resultados de un estudio que asegura que la vuelta al cole continúa siendo uno de los gastos en los que menos tratan de recortar los españoles. Todo sea por el bien de los retoños.
Ya puestos, hilando tan fino, estoy pensando que cualquier elemento susceptible de servir para alimentar a las criaturas podría ser incluido entre las promociones de la vuelta al cole. Por esa regla de tres deberían también ampliar los descuentos a electrodomésticos vitales en la vida doméstica, por ejemplo, la nevera en la que poder conservar la fruta del almuerzo o la lavadora en la que tendrás que lavar la ropa sucia que traiga el niño de clase. Y también, por qué no, el whisky, debieron pensar los responsables de un supermercado Alcampo cuando seleccionaron una marca de este producto para ofrecerla dentro de la campaña de ofertas por la vuelta al cole y colocaron el cartel promocional bien visible en su estante.
Hubo quien puso el grito en el cielo al verlo, pensando en lo inapropiado de la oferta con lo preocupante que se está poniendo eso del consumo y abuso del alcohol a edades tempranas. Pero si evitamos tomárnoslo tan a la tremenda, no está mal pensado. Seguro que muchos padres y madres estarán brindando estos días por el final de las vacaciones escolares, que se nos hacen eternas, todo sea dicho. Y puede que algún que otro profe esté tentado de consolarse con un chupito escocés por tener que enfrentarse de nuevo a esos diablillos. No preguntéis dónde podéis encontrar esta promoción. Los responsables de la cadena de supermercados ya se han disculpado y la han retirado.
Aunque para no tener que quejarse de lo dura que es la vuelta al cole y no perder el tiempo en un debate tan recurrente, hay algunos consejos muy efectivos. Por ejemplo, no tener hijos.
Ponedlo en práctica, aunque no tenga descuento ni esté en promoción.
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