Blog personal de Ángela Beato. Escribo lo que siento. Digo lo que pienso. Procura no tomarme demasiado en serio.

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martes, 3 de julio de 2018

Cuando el machismo combate el feminismo con bulos

Estoy estupefacta. Hoy hemos sido testigos de cómo internet puede ser una bomba de relojería en las manos equivocadas. Me explico. Leo en las cuentas de Twitter de varios medios de comunicación que la veterana periodista deportiva Mónica Marchante ha hecho unas declaraciones incendiarias contra su colega María Gómez, la reportera que ha estado cubriendo el Mundial de Rusia con el equipo de Mediaset.

Todo parte de la polémica surgida en este campeonato de fútbol sobre las libertades que se toman algunos aficionados con las reporteras mientras están haciendo su trabajo. Lo denunció María Gómez mostrando una de esas imágenes en las que ella misma, durante una conexión, aparecía siendo besada por sorpresa por un tipo que después de la ‘supuesta broma’ se echaba a correr. ¡Qué valiente! Esta misma profesional, en un directo en el que entrevistaba a aficionados, tuvo que oír como uno de ellos le preguntaba “¿Tú cómo te llamas, guapa?”, a lo que ella contestó “Me llamo María, y lo de guapa sobra. Soy periodista”. Esa reacción y sus continuas denuncias calificadas por algunos como “demasiado feministas” le han granjeado el aplauso de muchos, pero también las críticas de otros que le reprochan que arme demasiado escándalo por algo tan inocente –dicen- como un beso o un “guapa”.

Pues bien, con este caldo de cultivo, con la polémica en ebullición, resulta que –¡oh, casualidad!- aparece una sospechosa publicación que algún tuitero atribuye a Mónica Marchante y que nada más leerla a mí me pareció demasiado ‘heavy’ como para estar firmada por cualquiera, mucho más por una periodista conocida. Tiene todo el estilo de un anónimo y está claro que procede de alguien que conoce el mundo del periodismo deportivo. Juzgad vosotros mismos.

“Pues a mí no me parece machista que me llamen guapa. Igual es porque no me llevaron nunca a un Mundial sin tener ni idea de fútbol, ni me pusieron de florero en la foto de equipo rodeada de machitos. Y mucho menos llevando 5 minutos de periodista deportiva...No soporto la hipocresía. Y menos con este tema. ¿Te ponen de adorno y enarbolas la bandera del feminismo después de pasarte el Mundial entrevistando gente en la calle porque no vales para otra cosa? ¡Venga coño! Clara Rodríguez lleva 3 mundiales y 2 Eurocopas (que yo sepa) haciendo vídeos futboleros cojonudos, directos y lo que le echen. Nunca estuvo en la foto de equipo porque no es joven ni guapa, es una chica normal, que trabaja muy bien. Nunca se ha quejado de machismo. No ha necesitado viralizarse ni llamar la atención. Ah, por cierto, si es machista que te llamen guapa... ¿qué es ponerle la mano en el hombro al entrevistado? Igual el tío se sintió acosado... Más Claras Rodríguez, Verónicas Brunatis y menos farsantes”.


Parece que muchos estaban deseando escuchar o leer algo así, porque inmediatamente comenzó a compartirse el comentario y a suscitar el correspondiente debate tuitero. Todo el mundo dio por bueno el texto. Se tragaron el cebo. Creyeron que Marchante se había soltado la melena y la bilis, y no les pareció raro que en un ramalazo kamikaze utilizara esos términos tan contundentes contra una colega.

Mónica Marchante ha negado haber hecho ninguna declaración pública contra María Gómez. Lo triste es que parece que el único periódico que se ha tomado la molestia de llamar a la protagonista para contrastar la información ha sido La Vanguardia, que ha sido el primero en publicar en su edición digital que se trata de un fake. El resto de los periódicos ha seguido la estela del diario El Mundo, que fue el que soltó la liebre ejecutando algo que se lleva mucho ahora en periodismo, que es hacer una noticia con cualquier publicación que tenga muchos retuits y se convierta en viral. Y al final resulta que todo el personal comparte lo que otros están difundiendo porque han visto que lo daba el primero. Lo más loco es que cuando el medio en cuestión es ya consciente de que está divulgando un bulo, se resiste a eliminar la noticia o rectificarla porque los clics de los lectores le están reportando beneficios y si hay que elegir entre informar con rigor o ganar dinero, amigos, no hay color.

Durante ocho horas se ha estado atizando en las redes a dos mujeres profesionales del periodismo deportivo tratando de vender un irreal tirarse de los pelos femenino, porque ¡claro!, no hay nada más creíble que una riña entre mujeres y no hay peor enemigo de una mujer que otra mujer. Y ya de paso, tangencialmente, se cargaba contra el feminismo y contra las mujeres en el ámbito deportivo, uno de los mundos más machistas.

Conclusión: O los medios se ponen las pilas y se acuerdan de algo tan básico en el periodismo como contrastar y filtrar, o seguirán perdiendo credibilidad al mismo ritmo que ganan euros.

Mientras eso ocurre, recomiendo a los usuarios de las redes, cuestionarse todo lo que vean, por favor. Aprender a distinguir la realidad del fake es fácil, aunque no lo parezca; bastan un par de comprobaciones para salir de dudas.

En cuanto al ideólogo de este nuevo bulo, ya nos contarás qué has sacado tú de todo esto, ¡figura!

jueves, 14 de enero de 2016

Bulo va, bulo viene

Recibo un whatsapp de una de mis tías con una alerta sobre un fraude de telefonía móvil. Como todo este tipo de mensajes es larguísimo -yo diría incluso que eterno-, así que no llego hasta el final. No lo necesito. Nada más ver su comienzo lo identifico como un bulo.


Mi tía me pregunta si será verdad, “como da tantos detalles uno ya no sabe”, dice. Y es que menciona un nombre, apellido, cargo, teléfono y ¡hasta fax! Le digo que sin duda es un bulo, pero mi respuesta llega demasiado tarde, ya ha reenviado el mensaje a casi todos sus contactos.

De estos mensajes recibo casi a diario, por whatsapp o por e-mail, aunque por esta última vía cada vez menos. Suelen llegarme, por lo general, remitidos por personas mayores, aunque también hay algún remitente más joven que -imagino- peca de cándido o simplemente quiere curarse en salud. Me llama la atención que estas historias que circulan por la red suelen vivir años y años, quedan latentes tras experimentar un primer pico de difusión y reaparecen aleatoriamente años después. De hecho el bulo que nos ocupa lleva dando guerra desde al menos seis años. No termino de entender si este comportamiento sigue un patrón, como tampoco alcanzo a comprender el objetivo del que un día se inventa una parida de estas y la echa a volar. Algunas, de tan increíbles que son, lo que provocan es risa

Recuerdo otra muy llamativa que periódicamente vuelve a aparecer, sobre todo en Facebook, la de los perros que van a sacrificar y buscan dueño. Primero era Carolina y sus cachorros, luego Helena y sus dálmatas. 

Es de sentido común y ya se ha insistido mil veces en ello, pero no está de más recordar tres reglas básicas para acabar con estas petardeces:

-Las alertas oficiales no se difunden por estos canales.

-No obstante, antes de reenviar cualquier aviso de estas características que recibas, dedica unos minutos a averiguar si la fuente y el asunto son fiables. No es complicado. Con teclear en Google un par de frases del enunciado, seguro que encuentras la respuesta.

-Ante la duda, evita mortificar a tus contactos, ya sea con estos o con otros mensajes en cadena de los que te prometen un año de buena suerte si reenvías a 10 amigos o te amenazan con todas las desgracias del mundo si no haces caso… Otro tema que daría para mucho.