
El señor Jesús Sánchez Martos se podía haber ahorrado esta lamentable actuación que anonada y avergüenza a partes iguales. Me voy a limitar a apuntar solo tres cuestiones:
1.-Los niños no necesitan terapia ocupacional, están en el colegio para aprender. Así que tranquilo, que no se aburren ni necesitan ningún tratamiento de choque, es la escuela, no un reformatorio.
2.-Si el aire acondicionado perjudica a la salud del niño y por eso no aclimatamos las aulas, ¿les decimos entonces a los padres que se abstengan de refrigerar su casa y su coche para no someter a sus hijos a la misma tortura, o que no les lleven a los socorridos centros comerciales, a la biblioteca o al cine, únicos lugares donde con estas temperaturas apetece estar?
3.-Y usted, señor consejero, ¿tiene aire acondicionado en su despacho, en su coche, en su casa, o mantiene esa bonita costumbre de dobla, dobla, dobla…?
Está claro que es económicamente inviable climatizar todas las aulas de los más de 1.500 centros educativos públicos de la región, pero está en el ADN de padres y periodistas sugerirlo. Y lo que le toca al político es capear el temporal y, si no lo hace correctamente, aguantar ahora el nada refrescante chaparrón que le está viniendo encima.
Qué bien podía haber quedado el señor Sánchez Martos limitándose a recordar esos sencillos consejos que cada año, impepinablemente por estas fechas, nos dan las autoridades para soportar el calor: llevar ropa fresca, estar a la sombra, hidratarse y evitar el ejercicio físico a pleno sol. Podía haber aprovechado también para incidir en que, precisamente, la jornada intensiva de verano, con clases hasta la 13:30, se estableció para mitigar en la medida de lo posible los efectos de la canícula sobre los jóvenes cerebros estudiantiles. E incluso no nos habría escandalizado si hubiera echado mano de esa estrategia tan recurrente en estos tiempos de anunciar una comisión de expertos para estudiar soluciones. Cualquier cosa mejor que arriesgarse a intentar ser gracioso sin tener ni pizca de gracia.
Interesante y divertido.
ResponderEliminarMuchas gracias, Paco.
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