Blog personal de Ángela Beato. Escribo lo que siento. Digo lo que pienso. Procura no tomarme demasiado en serio.

domingo, 23 de diciembre de 2018

En defensa de los medios públicos

Desde el mes de agosto he estado trabajando en Onda Madrid, la radio pública de la Comunidad de Madrid. La hermana pequeña de Telemadrid, para entendernos. Ya había tenido ocasión de conocer laboralmente esta emisora hace una década gracias al difunto Manuel Marlasca, pero entonces no me dio tiempo a asentarme demasiado porque me surgió otra oportunidad profesional más ‘cómoda’ y mis circunstancias personales me forzaron a cambiar de aires. Años después, cosas de la vida, cuando más necesitaba volver a divertirme con este oficio, surgió como por arte de magia este contrato temporal que ahora vence. Han sido 20 semanas fabulosas. Perdí el temor a estar oxidada a los diez minutos de sentarme en la redacción. Me he puesto al día. He aprendido. He vuelto a formar parte de un equipo, el de Colmenarejo. He vivido un comienzo de temporada radiofónica. He disfrutado. Definitivamente me he terminado de convencer de que esto es lo mío, esto es lo que me hace feliz. Y no puedo más que agradecer su cariño, respeto y ayuda a toda la gente con la que he coincidido.


No es la Ser, ni la Cope, ni Onda Cero, ni siquiera RNE, pero tiene profesionales que podrían desenvolverse perfectamente en cualquiera de estas emisoras y que realizan un trabajo tan digno como el de sus colegas de las grandes cadenas. Están más que a la altura, incluso algunos brillan el doble. Con menos dan mucho y merecerían apuntarse más oyentes de los que les da el maldito EGM.

Los medios públicos siempre están en el punto de mira. Sus mayores detractores cuestionan su independencia y los acusan de ser elementos al servicio del poder, armas propagandísticas totalmente prescindibles. De vez en cuando, de manera cíclica, vuelve el debate al respecto. La última ha sido hace bien poco, a raíz de las elecciones autonómicas en Andalucía, cuando el partido revelación, Vox, llevaba en su programa de gobierno como una de sus grandes propuestas, por encima de eliminar el paro, cerrar Canal Sur.

Los medios públicos son un derecho. Los ciudadanos merecen ser y estar informados. Y sí, ya sé que existe una amplia oferta de medios privados que realizan esa labor. Pero por su misma esencia, la de ser negocios empresariales, buscan su propio beneficio, responden a sus propios intereses, toman decisiones siguiendo criterios de audiencia y mantienen una linea editorial marcada por quien los explota, que para algo invierte sus cuartos. Onda Madrid es una radio cercana que cubre ámbitos de los que no se ocupan las grandes y ofrece un servicio local muy concreto que, de no existir, probablemente nadie daría.

Os aseguro que, cinco años después del traumático ERE, la nueva Telemadrid y Onda Madrid, digan lo que digan y le pese a quien el pese, son en este momento medios abiertos y plurales, comprometidos  con el servicio público, con la información, que no siguen consignas ni son altavoz de ningún partido. Los financiamos entre todos los ciudadanos que pagamos nuestros impuestos en la región y por eso mismo tienen claro para quién trabajan, quiénes son sus dueños: los madrileños. Son los únicos a quienes tienen que rendir cuentas. Y no lo digo porque haya formado parte de este equipo y lo sienta como mi familia. Ni por padecer un acusado síndrome de Estocolmo. Ni por hacerles la pelota para que cuenten conmigo en futuras ocasiones. Que conste que estaría encantada.

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