En los cinco meses que han pasado desde que terminó mi
último contrato laboral, me ha dado tiempo a aprender algunas cosas que voy a
compartir pensando no sólo en que puedan ser de utilidad para los que atraviesen por
mi misma situación, sino para todo el que quiera estar preparado en caso de que
también a él le pueda suceder, algo que en estos tiempos de EREs y liquidaciones no sería extraordinario.
1.-Hay multitud
de portales de empleo, casi tantos como aplicaciones para el smartphone:
Infojobs, Infoempleo, Job and Talent, Monster… Y existe la opción de abrirse
perfil en cada uno ellos, pero a mí solo me ha servido para recibir alertas en el correo electrónico, eso sí, después de haber dado todos
mis datos personales y que estén rodando por la red… Veremos qué poco tarda en
llegarme el spam digital y telefónico… Pero, desengañémonos, aunque tenemos más
tiempo libre, no podemos perderlo revisando estas webs una a una en busca del
trabajo de nuestra vida. Por eso, para economizar esfuerzos, lo mejor es
utilizar Indeed, un buscador que rastrea todo lo que se ofrece en bolsas de
trabajo, páginas de empresas, periódicos, clasificados y los portales del
sector, es decir, el Google de cabecera de los parados.
2.-Es obligado estar en Linkedin. En mi caso llegué tarde a
esta red social profesional, justo cuando me quedé en la calle. Lo suyo es
darse de alta cuando estás en activo. De hecho, los reclutadores tienden a
buscar el talento en empresas de la competencia o simplemente a tipos que en el
campo dedicado al trabajo actual dejan bien claro que pertenecen a una
compañía. De modo que lo de llegar a Linkedin recién parada da un poquito el
cante, sobre todo cuando tratas de conectar con gente que hace años salió de tu
vida. En cinco meses solo he sido capaz de conseguir 149 contactos… y parece
ser, según mis orientadoras laborales, que debo llegar a 501. Lo veo francamente
difícil. Por más vueltas que le doy al apartado de “Gente que podrías conocer”
no conozco a nadie, bueno, al menos no considero que pueda ser gente que pueda
dar el perfil de lo que se entiende por contacto.
Creo que Linkedin no es la mejor herramienta para buscar
trabajo, sí quizá para tener cierta visibilidad y que si alguien que te
reencuentra sabe de algún puesto en proceso de cubrir, te tenga en cuenta y se
te incluya entre los candidatos. Por lo demás, si fuera efectivo como bolsa de
empleo, imagino que afinaría en la personalización de las sugerencias de puestos,
porque lo que es a mí, debe verme como una mujer del Renacimiento, lo mismo me
sugiere un puesto de técnico de marketing online en Marbella, que consultor
tecnológico junior en Barcelona o periodistas digital-tradicional en Murcia y
alrededores.
3.-Hay que estar preparada para ver que las ofertas no son
las que esperabas, que se pide mucho por poco, que se está convirtiendo en algo
común que a un puesto apliquen más de 1.000 personas, que puede que no recibas
ni una respuesta y que pueden pasar meses sin hacer ni una sola entrevista. Hay
que asumir que mientras se cubran puestos por empleados
en prácticas con sueldos precarios, será complicado que las empresas estén
dispuestas a buscar más calidad, experiencia y gasto. Y, sobre todo, que hay
mucho “listo” en todas partes, también en este mundillo en el que suele
respirarse desesperación por buscar un trabajo, así que no faltan los que intentan
hacer negocio con ello pensando que hay gente dispuesta a hacer cualquier
cosa por volver al mercado.
4.-No renuncies a los programas de desarrollo de la
empleabilidad y al coaching, generan endorfinas y de qué manera. Te servirán
para encontrar lo bueno que hay en ti, trabajar el autoconocimiento con el análisis
DAFO, desarrollar tu marca personal, generar confianza en tus posibilidades e,
incluso, soñar con conseguir cosas que cuando estabas en activo ni siquiera te
atreváis a desear, ¡bendito mandala! Gracias a las profesionales de The Bold Choice por su tutelaje. Es más viejo
que la propia vida, pero qué bien sienta que te recuerden que tú puedes. Además,
cualquier tipo de formación que sirva para ampliar tus conocimientos,
reciclarte o reinventarte siempre es bienvenida. Y la ventaja es que la mayoría
de los Ayuntamientos ofrecen estos servicios de manera gratuita.
5.-Tienes que conseguir que tu entorno comprenda que estar
sin empleo no significa no tener trabajo, tienes un trabajo mucho más duro:
encontrar la forma de volver al mercado laboral, y eso requiere cantidad de
tiempo, una estrategia seria, planificación estricta, horas de ordenador, citas
continuas… Así que, cuando alguien tenga la tentación de pedirte que te
encargues de la compra, la limpieza de la casa, entretener a los niños, hacer
una gestión… “ya que tú estás en paro y tienes más tiempo libre”, deberías
respirar hondo, contar hasta diez y explicar de manera didáctica y convincente
que gustosamente colaborarás en esas tareas, que ya contabas con ello, pero
cuando termines de hacer lo que tenías previsto. ¡Ah!, y prepárate a recibir miradas
a medio camino entre la lástima y la sospecha, algunos susurrarán a tus
espaldas “mira éste, a la sopa boba”, o los habrá que te preguntarán, “¿cómo te
planteas este parón? ¿Tipo año sabático?”. En fin, sí, la buena noticia es que
dispones de más tiempo libre que tú mismo administras y que te puede permitir
hacer cosas que antes no podías (este blog, por ejemplo), por eso el primer paso decidir qué quieres
hacer, una elección que no es tan fácil de tomar como presuponen algunos. Tras
cinco meses de reflexión y de pegarme con mi modelo de curriculum vitae, yo ya empiezo a tener las cosas medio claras... Y eso que Linkedin no te lo pone nada sencillo ;-))))
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