Hoy es el tercer lunes de enero. Eso quiere decir que hoy es el Blue Monday, el día más triste del año desde que hace una década el profesor universitario Cliff Arnall defendiera esta teoría a través de una fórmula aparentemente matemática y fabricada ad hoc para que una agencia de comunicación la utilizara como reclamo publicitario en una campaña de la empresa de viajes Sky Travel.
Lo que venía a defender este psicólogo era que si entraban en juego variables como, por ejemplo, la meteorología –es decir, frío-, la economía doméstica –resentida tras los excesos navideños-, los buenos propósitos de año nuevo en los que ya has fracasado, el nivel de motivación -que a medida que avanza el año, va descendiendo-, o el simple hecho de ser lunes, todo conducía a hacer de este día el más deprimente del año.
Por supuesto la teoría es fácilmente rebatible, cualquier día del año puede ser triste y éste no tendría más papeletas para ser mejor ni peor. De hecho el propio autor de esta majadería parece haber encontrado en Canarias –y previo pago, como siempre- el antídoto para este síndrome. No es listo ni nada…
Los anglosajones son muy de ponerles colores a los días, que si el Black Friday, que si el Blue Monday… Y nosotros somos muy de importar cualquier tendencia con tal de tener tema de conversación. Para contribuir al debate, he estado pensando y he encontrado 10 cosas que dan bajonazo, independientemente de que sea tercer lunes de enero.
-Que se acabe el día y aún te queden asuntos pendientes.
-Tratar de organizar una quedada con amigos y darte cuenta que todos están más ocupados que tú.
-Subirte a una báscula un día después de haberte privado de todo y comprobar que pesas lo mismo o más.
-Llegar con mucha hambre a casa y descubrir que de menú te han preparado acelgas y pescado. Es como que te defraude un libro o una película sobre los que tenías muy altas expectativas.
-Tener la sensación de que tus hijos crecen a la misma velocidad que tú menguas.
-Esperar una llamada que nunca llega.
-Necesitar algo con urgencia y no recordar dónde lo habías puesto.
-Elegir siempre la fila que va más lenta en el supermercado.
-La muerte de tus mitos de la infancia y la juventud.
-La gente a la que le faltan dos sentidos fundamentales: el común y el del humor.
De modo que mejor celebremos este Blue Monday con otro Blue Monday, que para ponernos tristes siempre hay tiempo.
De modo que mejor celebremos este Blue Monday con otro Blue Monday, que para ponernos tristes siempre hay tiempo.
Yo soy más de "happy day",por muy mal que esté la cosa hay un motivo que arregla el día, solo hay que buscarlo.
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