Hace algunas semanas vi completa 13 reasons why o, como la han traducido aquí, Por 13 razones, la serie de moda de Netflix, de la que todo el mundo habla. Polémica para unos, ejemplar para otros, está ambientada en un instituto norteamericano y aborda abiertamente temas delicados como el acoso escolar, la violación y el suicidio adolescente. Para quien no haya oído hablar de ella, que me parecería raro, está basada en la novela homónima de Jay Asher (el Blue Jeans estadounidense), ha sido adaptada por Brian Yorkey para el canal de suscripción y recrea la historia de una adolescente que antes de quitarse la vida graba siete cintas de cassette explicando los motivos que le llevan a tomar esa decisión tan radical. Dos semanas después un compañero del instituto recibe en su casa una caja que contiene esas cintas. Cada cara es un capítulo de la serie y está centrada en una persona que influyó de alguna manera en crear el caldo de cultivo que arrastró al abismo a la chica.
Debo confesar que fue mi hija de 14 años la que me habló de la serie. Aunque es raro en mí, no me cercioré previamente de si era o no tolerada para su edad. Fue luego, al terminar los 13 capítulos, cuando averigüé que era para mayores de 16 años. Y mis hijos tienen 14 y 12… Me la habían colado. Pero me alegro de haberla visto con ellos. Al margen de la clasificación por edades o los útiles avisos de contenido explícito, resulta de vital importancia acompañarles en esta aventura, compartir el visionado, comentar los momentos críticos, debatir si es necesario. Así que, intentando no hacer spoiler, tirando del tópico y siendo más que previsible, aquí tenéis 13 razones para ver Por 13 razones en compañía de vuestros hijos preadolescentes o ya profundamente sumidos en la edad del pavo:
-CINTA 1-CARA A: Las cintas de cassette. En la era del Smartphone, el Whatsapp y Spotify, lo de grabar un mensaje en cintas y que el protagonista las escuche en un viejo walkman es un guiño nostálgico a los 80 que inspira ternura y que viene bien para enseñarles a las nuevas generaciones de dónde venimos y hacia dónde vamos.
-CINTA 1-CARA B: Su planteamiento narrativo. El salto del presente al flashback a través de las grabaciones está muy bien afinado y ejecutado con originalidad a lo largo de toda la serie. Ayuda a despertar los sentidos del aborregado público juvenil, les obliga a estar alerta y hacer trabajar su pequeña cabecita.
-CINTA 2-CARA A: Los diálogos de Hannah y Clay. Gracias precisamente a esos flashback asistimos a brillantes diálogos entre la suicida y el amigo que recibe las cintas, sobre todo los que se desarrollan en el cine donde ambos trabajaban juntos. El guión en general está bien hilvanado. Mantiene enganchado al espectador adolescente durante todo el capítulo. Y no es habitual conseguir que estos sacos de hormonas estén callados frente a una pantalla más tiempo del que dura un vídeo chorra de Youtube.
-CINTA 2-CARA B: Su fantástica banda sonora. Mezcla viejo y nuevo, apoya la narración dramática y es casi un personaje más de la historia. Educarás el oído musical de tus hijos y conseguirás que amplíen sus gustos musicales más allá del reguetón.
-CINTA 3-CARA A: Los temas espinosos que enfrenta. Puede que no haya inventado nada, que ya se hayan tocado estos asuntos en otras series, incluso españolas -como Física o Química, Compañeros…- pero el mérito de esta producción es abordarlos todos juntos, enredarlos, situarlos en la ubicación correcta. Y lo más fascinante es ver cómo reciben y asimilan tus hijos esa carga de denuncia.
-CINTA 3-CARA B: Caras nuevas. Se agradece descubrir nuevos actores y actrices jóvenes en televisión que cumplen con su papel. Y si encima todos son guapísimos mucho mejor, porque contribuye a hacerles ver a tus hijos que la belleza también puede generar repulsión.
-CINTA 4-CARA A: Los padres de la serie. Viene bien que nos comparen con los progenitores de los chicos que ven en la pantalla -adultos ausentes, que no se enteran de nada-, y que valoren si son o no más afortunados. En general los adultos no salen muy bien parados en la serie, lo que ya de paso nos conduce a una profunda reflexión.
-CINTA 4-CARA B: Ser popular no es para tanto. Sí, son guapos, juegan al fútbol, van con animadoras, dan fiestas en casa y conducen coches caros, pero al final la historia consigue que tus hijos les vean como losers, perdedores, y se identifiquen más con los pringados, los que van en bici al instituto, tienen un trabajo para costear sus gastos, no van pavoneándose de sus éxitos sexuales y aguantan con inteligencia y dignidad las idioteces de los otros.
-CINTA 5-CARA A: Hablar de sexo sin que parezca forzado. Ver con tus hijos esta historia propicia conversaciones que no se dan espontáneamente y en las que los adultos podemos hacerles entender que si una chica está borracha y un chico abusa de ella, eso se llama violación con todas las letras. Y que si una chica no quiere practicar sexo con un chico y éste aprovecha su situación de superioridad para forzarla y conseguirlo, también es violación.
-CINTA 5-CARA B: Hablar de bullying con otro enfoque. Puedes explicarles, por ejemplo, de una manera gráfica que robar una foto comprometida de una chica y distribuirla por redes sociales para dárselas de machito y de paso arruinar su reputación, es sexting, otra modalidad de bullying tan perniciosa como, por ejemplo, obligar a beber alcohol a palo seco a un compañero bajo amenazas.
-CINTA 6-CARA A: Quitarles la manía de decir "me quiero suicidar" con una sola escena. Aprovechar la coyuntura para demostrarles que el suicidio de un adolescente no tiene nada de romántico, que se sufre antes de morir, que se hace sufrir a quienes te quieren y, lo que es peor, no hay vuelta atrás, no es posible rebobinar.
-CINTA 6-CARA B: Sacar el tema del alcohol y las drogas sin parecer que les vas a dar un sermón. El hilo argumental de esta serie ofrece la oportunidad de que sean ellos mismos, los espectadores adolescentes, los que se pregunten cómo chicos de 17 años pueden organizar fiestas y adquirir y consumir alcohol y droga a diario a ese nivel, y perciban los resultados bien evidentes de su ingesta.
-CINTA 7-CARA A: El tabú de la condición sexual. Resulta sintomático comprobar cómo los adolescentes de este país aceptan (al menos los míos) con mayor naturalidad la homosexualidad que los norteamericanos que vemos en pantalla; de hecho los personajes que 'sienten distinto’ lo ocultan por miedo a ser rechazados en la pequeña comunidad en la que se mueven. Será que algo estamos avanzando.
-CINTA 7-CARA B: Una serie sobre adolescentes que interesa por igual a padres que a hijos. Aquí me tenéis, celebrando que vaya a haber una segunda temporada de 13 reasons why. Y qué queréis que os diga. Siempre es de agradecer encontrar una excusa para sentarte a hablar con tus hijos y hallar un punto de conexión, un interés común, algo que te aproxime a la siguiente generación, la de esos niños que hasta hace cuatro días te pedían que los arroparas y les dejaras la luz encendida hasta que se durmieran, por si los monstruos...
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