Yo estuve profundamente enamorada de Miguel Bosé,
como el 75% de la población femenina de este país, todo sea dicho. Debía tener
unos 9 años cuando le vi por primera vez cantando ‘Linda’ y a partir de ahí me
convertí en fan indiscutible. Mi amiga Carmen tenía un vinilo de grandes éxitos
de una discográfica donde aparecía su primera canción, “Soy”, un tema que
pasó sin pena ni gloria, y cuando iba a su casa a jugar recuerdo pedirle que lo
pusiera en su fantástico tocadiscos -yo no tenía un aparato tan sofisticado-. Me lo
aprendí de memoria. Desde entonces cada disco, cada libro, cada póster en el
Super Pop, tenían que ser míos. Me interesé por los detalles de su vida, su
nacimiento accidental en Panamá, lo de que su padrino era Visconti, que la
cicatriz de su mejilla era resultado del mordisco de un mono, sus estudios
en el Liceo francés, la difícil relación con su padre, su amistad con Ana
Obregón… Me enfadaba con los que decían que era homosexual porque salía en ‘Aplauso’
con pantalones apretados y bailando amanerado, y defendía su masculinidad contraatacando
con aquello de “pura envidia”.
En
mi adolescencia determiné que no me casaría nunca si no era con Bosé y
fantaseaba con que un día me lo encontraría y habría flechazo –no podía ser más
naif-. Lucía Bosé era mi suegra, y Lucía y Paola Dominguín, mis cuñadas, por
supuesto. En cuanto al torero, no alcanzaba a entender que hubiera renunciado a a esa
familia tan fascinante.
Sospecho
que mi entorno vivía este encoñamiento con una mezcla de ternura y
resignación, igual que soporto yo ahora la locura de mi hija con Gemeliers. Hubo
un tiempo, convertida yo ya en una mujer hecha y derecha, que cuando aparecía en
televisión, siempre sonaba el teléfono en mi casa. Alguien que conocía mi debilidad llamaba para avisarme, por si no lo estaba viendo.
Cuando
vine a estudiar a Madrid y en la asignatura de Redacción Periodística debíamos
practicar el género de la entrevista, yo no dudé sobre a quién iba a
entrevistar. Por aquel entonces Miguel Bosé acababa de lanzar disco –debía ser
‘XXX’ porque corría el año 87- y andaba promocionando su trabajo por radios y
televisiones. Me enteré que visitaba la famosa entonces Radio Vinilo y allí me
presenté. Estuve haciendo guardia frente a la puerta, en una cervecería al otro
lado de la calle Modesto Lafuente. Cuando salió fui directamente hacia él, me
presenté como estudiante de Periodismo y le dije que quería entrevistarle. Observada
con el paso del tiempo, la escena es bochornosa. Ahora que lo pienso no sé de
dónde saqué el valor ni el cuajo, el caso es que estuvo muy cariñoso, me puso
la mano en la espalda, a la altura del omoplato, y mientras caminábamos hacia su
coche, me dijo que tenía una agenda muy apretada, que sus compromisos los
gestionaba su manager, Rosa Lagarrigue, y que me pusiera en contacto con ella.
Luego se despidió y se metió en el vehículo. Yo me quedé plantada viendo cómo se
alejaba, dudando si aquello había ocurrido de verdad o lo había soñado. Creo
que no llegué a llamar nunca para pedir la entrevista, me la inventé, no con
él, sino con algún personaje anónimo. Este episodio ha dado mucho juego en mis
encuentros familiares.
Mi ídolo de juventud cumple hoy 60 años. Nunca se me habría pasado esta fecha porque me harté de corear en mi adolescencia "Bravo Muchachos", cuyo estribillo decía "todos poetas los del 56", Hoy
Bosé es un sexagenario. Se me hace raro pensarlo. Se ha
hecho mayor. Al final renuncié a esperar el flechazo y le fui infiel, me casé
con otro. Hoy ya no tengo el furor que un día tuve, ni siento mariposas en la
tripa cuando le veo actuar. Pero probablemente si me cruzara con él, me
quedaría sin habla y no sería capaz ni de pedirle un selfie. Conservo absolutamente
todos sus discos y le he visto en concierto varias veces. Mientras duró su emisión, no me perdí ni uno solo de los programas del "Séptimo de Caballería". He seguido sus
evoluciones, sus pérdidas y aumentos de peso, sus dietas ayurvédicas, su
paternidad, su militancia. Sufrí la canallada que le hicieron con aquel bulo de que había muerto víctima del sida y respiré aliviada cuando sobrevivió a un accidente regresando a Madrid de su finca de Extremadura. Si algún periódico publica una entrevista suya, la
leo. Pero, ya sabéis, el amor tiene fecha de caducidad. De todos modos hoy
pienso celebrar sus 60. Aprovecharé para desempolvar sus discos y escuchar uno
detrás de otro. Que se preparen los vecinos.
Tu infidelidad ha sido muy oportuna, me alegro por Ce y Bru.
ResponderEliminarMe he sentido muy identificada en muchos momentos leyendo tu artículo. Me encanta. Se nos hace mayor pero aun sigo sintiendo mariposas en las tripas cada vez que lo veo actuar
ResponderEliminarTodos nos hacemos mayores...
EliminarGracias por tus palabras. Me alegro de que te hayas visto reflejada.
Muy bonito artículo, me hubiera gustado vivir todo eso, pero nací a mediados de los noventa :( en fin, a celebrar :) !
ResponderEliminarCelebro que te haya gustado!
EliminarNo te lo vas ha creer pero yo estuve ahí ese día ,no te pongo cara, pero si recuerdo hablar contigo y lo de la entrevista.Merecio la pena la larga espera y el frio ,por un beso y un saludo suyo.Impresionante con ese abrigo largo negro.... Han pasado muchos años,todos hemos cambiado, pero aquí sigo a su lado siempre.
ResponderEliminarMe ha encantado leerte.
¡Qué me dices! Esto sí que es una sorpresa.
EliminarMe alegro de haberte hecho recordar aquel episodio de hace taaaaaantos años.
Gracias por tus palabras.
Un articulo que nos vemos muchas indentificadas. Yo tardé en verlo en concierto. Pero ahora no he parado. Los nervios y lás mariposas salen cada vez que lo veo.
ResponderEliminarSon 60 años que cumple. Son Maravillosos...! Gracias por tan bellas letras a un maestro.
Gracias a ti por el bonito comentario y por ser una más de las que disfrutan con Bosé.
EliminarDesde Argentina, agradezco este brillante artìculo. Pienso que reflejas lo que nos pasò y nos pasa a muchas admiradoras y fans de Miguel. El es un ser especial,serà por eso que lo queremos y admiramos tanto. En mi vida siempre digo que hubo un antes y un despues de Miguel Bosè. Es un ser maravilloso. Unico, irrepetible e inimitable. Cariños y gracias por hacerme emocionar... Besos argentinos.
ResponderEliminarGracias a ti desde España por tus amables palabras. Me emociona haberte emocionado. ;-)
EliminarBesos españoles.
Yo tengo 25 años y estoy a punto de recibirme de Licenciado en Ciencias de la Comunicación, y también soy muy fan de Miguel Bosé, es una gran influencia para mí. Qué curioso leer esta maravillosa anécdota de una comunicadora. A sus 60 años Miguel Bosé sigue siendo tan influyente como fue hasta hace poco el querido David Bowie. Al menos para mí. Saludos desde Argentina!
ResponderEliminarBienvenido entonces al apasionante mundo de la Comunicación. Disfrútalo. ¡Ah! Y te felicito por tu buen gusto musical... Bosé y Bowie... Son dos 'Bes' con mayúsculas.
EliminarSaludos desde España.
"...el amor tiene fecha de caducidad...", no sé si mi amor por Bosé ha terminado (ya no estoy interesada en fotos con él, no sé si volveré a hacer fila de ocho horas para verlo en concierto, en fin...), lo que si sé es que me ha dado momentos felices con su música, que me encanta escucharlo, que me gustan sus arrugas y que me emocionan sus buenas obras. A mi me gustan muchos artistas pero Miguel Bosé, para mi, siempre será EL REY!
ResponderEliminarCoincido plenamente contigo. Gracias por compartir tus impresiones.
Eliminar