Ni la lavadora, ni la Thermomix. Por
supuesto, ni la fregona. Si me apuras, ni la tele, ni el ordenador, ni el Iphone o el e-reader. El invento por los siglos de los siglos acaban de
desarrollarlo en el MIT, el Instituto Tecnológico de Massachusetts, y se llama
XPL. Vale, sí, probablemente pueden trabajar un poquito más el nombre, todo
se andará. Ya se devanará alguien los sesos de cara a su comercialización.
Los detalles del hallazgo los tenéis en la propia web del MIT, pero para vuestra comodidad os los resumo. XPL es una especie de segunda piel artificial que imita la
elasticidad y apariencia de una piel joven -esa que lucimos alguna vez en nuestra
vida- y que colocada sobre el cuerpo tensa la epidermis, con lo que, ¡atención!,
que aquí viene lo más revolucionario, elimina
la flacidez y las arrugas. Este material a base de silicona es de quita y
pon, es decir, que si tienes una cita importante, un evento o una sesión
fotográfica (tiembla Photoshop), te lo plantas en el rostro para hacer borrar
las bolsas de los ojos y conseguir similares efectos a los que aportaría someterse a un lifting facial, sin necesidad de
pasar por la consulta del cirujano plástico. Para haceros una idea, aquí tenéis un ejemplo gráfico que aporta Olivo Labs, el laboratorio que ha trabajado en el invento.
Ahora bien, una vez exhibido esa radiante imagen artificial, disimulado la realidad, los años, la experiencia, las
risas, los enfados… y recibido todo tipo de piropos y halagos por tu buen aspecto, luego regresas a
casa, te arrancas la piel y vuelves a ser tú mismo, el de las arrugas y las
bolsas. Sería comparable al wonderbra, vamos.
Ojo que me he limitado a destacar sus posibilidades
estéticas y no he mencionado que el XPL tendría también otros efectos muy positivos
sobre la hidratación de la piel, la protección ante las radiaciones
ultravioletas o en tratamientos de la dermatitis. Aunque, desengañémonos, lo
que más nos pone es lo del rejuvenecimiento del rostro.
Los científicos que
han trabajado en el invento están emocionados, tanto -imagino- como la clientela
que este producto pueda tener y que mayoritariamente será
femenina. Porque así son las cosas. En un caballero la arruga es bella. La piel curtida y marcada por la edad le aporta al hombre un punto interesante, es el madurito atractivo,
puede incluso presentar telediarios sin problema y arrancar algún suspiro. Tratemos de buscar una mujer
con años y arrugas dando las noticias. Ana Blanco no vale, que hay hecho un
pacto con el diablo.
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