Hay vídeos electorales y vídeos electorales. Triunfar en ese difícil género cinematográfico, a caballo entre el spot y el cortometraje, es todo un arte, porque aunque pueda parecerlo, un vídeo electoral no es fácil y a las pruebas me remito. Por fin he visto ese del que todo el mundo lleva hablando desde ayer, el que ha lanzado Ciudadanos para animar la precampaña y convencer a todos los "héroes anónimos" que componen la ciudadanía de que lo más oportuno es votar a Albert Rivera. Como crítica cinematográfica frustrada que soy, voy a permitirme el lujo de analizar el llamémosle "corto", porque se pasa del tamaño anuncio. Y para empezar, ese es el primer fallo, la duración. He visto trailers más breves y mucho más elaborados. Se podría contar lo mismo en la mitad de tiempo. El segundo fallo son los estereotipos que aparecen en ese bar donde se desarrolla la acción: me ahorro el comentario que me provoca la madre trabajadora a la que no le da la vida y que atiende una llamada del marido para comentarle que le ha hecho la merienda a la niña y está en la mochila. Y el tercero es la pasada de frenada que se han pegado con la caricatura de Pablo Iglesias, más chirriante todavía que la frase que el camarero le dedica a Rajoy cuando suena en la tele de fondo. Cuándo aprenderán los políticos y sus asesores que, de cara al electorado, se combate mejor al contrincante con argumentos que con ataques. En fin, que desde el momento que sale el repartidor, casi parece un capítulo de "Cheers". Me pregunto quién ha tenido la feliz idea, quién ha valorado los pros y los contras, quién ha creído ver una estrategia ideal para captar votos donde, en mi modesta opinión, no hay más que carne para interminables memes. Pero claro, hablo desde fuera y con la nula autoridad que me da estar en el paro y no en el equipo de comunicación de este partido. Por si no habéis tenido oportunidad de verlo, juzgad por vosotros mismos:
Ahora analicemos el estilo de otro vídeo que conocimos esta mañana. Este procede del PP y es todo lo contrario al anterior. La protagonista es una línea roja y el resto son palabras escritas que van apareciendo mientras una voz amable las arropa. Cada término está elegido a conciencia. En conjunto pretende ser la reivindicación de los populares para que se eliminen las líneas rojas que se marcan algunos partidos y que bloquean acuerdos de gobierno. Me ha parecido que está bien hecho. Es sobrio, elegante, profesional, tiene la medida exacta, no llega al minuto, dice mucho en poco tiempo. El fondo de piano, un poco anodino, pero bueno. Y supongo que habrá salido más barato que el anterior. No sé si servirá o no para captar votos, pero como vídeo de precampaña está más conseguido, sobre todo si comparamos con otros intentos audiovisuales fallidos de este partido. Solo le cuestiono un punto: el señuelo. Antes de lanzar el vídeo algunos de los líderes del PP, incluido su candidato y presidente en funciones, han publicado a modo de avance un tweet tan escueto como críptico –una solitaria línea roja con la frase "Después de estos meses, así es como veo yo la situación política"- que ha sido la comidilla del patio Twitter. Ahí tenéis el anuncio electoral en cuestión:
Las posibles variantes, los estilos y los enfoques que pueden emplearse en este campo no se reducen a solo estos dos. Imagino que en adelante seguiremos asistiendo a la batalla
visual por los votos con nuevos y espero que divertidos ejemplos de vídeos electorales. Y es que cuando las campañas se repiten cada
seis meses en vez de cada cuatro años, no queda otra que estrujarse el cerebro y ver como innovar, con mayor o menor fortuna.
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