Me gusta la RADIO. En mi vida siempre está sonando una RADIO. Cada habitación de casa tiene una. Cuando entro en el coche lo primero que hago después de arrancar es encender la RADIO. A las horas en punto suelo buscar un boletín informativo. Me cabreo si no suenan los pitos limpios o los programas invaden el espacio de las noticias. Y me imagino la cara de circunstancias a ambos lados de la pecera cuando un corte de sonido patina, una ráfaga se cuela en mal momento o se corta la comunicación telefónica con un entrevistado justo en lo mejor de la conversación.
Me gusta la RADIO que me hace pensar, la que me arranca una sonrisa, la que me entretiene y hasta la que me enerva. Tiendo a quedarme quieta y mandar callar a quien tengo cerca cuando oigo aquello de “Noticia de última hora”. Hablo con las voces que escupe el transistor, a veces me enfado con ellas y hasta las corrijo.
Adoro la RADIO hecha a conciencia -la que juega con las músicas, los ruidos, las pausas y las palabras-, aunque parezca improvisada, donde nada suena porque sí. Una buena entrevista radiofónica te alegra el día y una ronda por los estadios donde se disputa la Liga puede llegar a ser el mejor antídoto contra el tedio del atasco en una operación retorno. Me sale de manera espontánea silbar una sintonía que ya me resulta familiar o adivinar la cuña que viene después.
Mi vida va asociada a las voces de la RADIO. Recuerdo desayunar de niña con “La saga de los Porretas”, al cronista parlamentario de la SER, Rafael Luis Díaz, tratando de asimilar lo que significaba aquel “Quieto todo el mundo” de Tejero, la noticia de la legalización del PC en la voz ahogada de Alejo García, y a Joaquín Luqui mandando abrazos para ellos y besitos para ellas. Y fui creciendo mientras salían de la RADIO las voces de Iñaki Gabilondo, Luis del Olmo, Julio César Iglesias, Antonio José Alés, Fernando Argenta, Carlos Pumares, Manolo Ferreras, Encarna Sánchez, Antonio Herrero, Concha García Campoy, Jesús Quintero, Juan Antonio Cebrián, José Ramón de la Morena, José Mª García, Carlos Llamas, Julia Otero, Carlos Herrera, Tico Medina, Carlos Tena, Beatriz Pécker, José Antonio Abellán, Fernandisco…
Por eso agradezco que la vida me haya dado la oportunidad no solo de escuchar la RADIO, sino de hacerla, para coincidir con grandes profesionales -imposible mencionarlos a todos porque me arriesgo a olvidar alguno y quedar fatal-, y vivir la magia desde dentro. Porque la RADIO sí que es creer sin ver, es jugar a imaginar, interpretar los silencios, dejarte encandilar por una voz… y siempre, siempre, la compañía perfecta cuando se está en soledad.
A todos los que la amáis, FELIZ DÍA DE LA RADIO.
Nostalgia?!
ResponderEliminarSiempre
ResponderEliminar