Blog personal de Ángela Beato. Escribo lo que siento. Digo lo que pienso. Procura no tomarme demasiado en serio.

lunes, 15 de febrero de 2016

Hablar de amor en tiempos revueltos

A riesgo de utilizar en una frase más expresiones hechas de las que un ser humano puede digerir de golpe, os diré que me solivianta la gente que se la coge con papel de fumar, pone el grito en el cielo y busca tres pies al gato cuando se trata de frases claramente inocentes y luego pasa por alto actitudes que se evidencian como mucho más perniciosas. Digo esto por la última polémica tuitera, que tiene como protagonista a la Policía, cuyo equipo de gestión de redes sociales se dejó llevar por el espíritu de San Valentín y publicó esto:



No se dirigía a ningún género en particular, es decir, podía ser un hombre el “ladrón” enamorado o una mujer loca de amor la que “robara” el beso. Lo que sí debía quedar claro -aunque parece que no para todo el mundo- es que se dirigía a enamorados que celebraban su día, San Valentín. Eso junto con el emoticono de los labios debía bastar como guiño del Cuerpo Nacional de Policía en un día en el que nos hartamos de escuchar y ver todo tipo de ñoñerías relacionadas con el amor. En definitiva, trataba de ser un mensaje ingenioso, divertido y hasta un poco cursi.

Pues hubo quien no lo entendió ni le encontró la gracia. Empezando por Izquierda Unida y terminando por otros internautas más anónimos que quisieron ver en ese mensaje una “normalización” e incluso apología del acoso sexual o una metedura de pata estando como está el tema de la violencia de género. La cosa se desmadró de manera desaforada, como solo el altavoz de Twitter sabe hacer. Así que el chaparrón que le cayó al CM de Policía dio como consecuencia un nuevo tweet más claro y políticamente correcto.




En San Valentín las mujeres que son maltratadas por sus parejas no tienen motivos para festejar, ni siquiera las que desgraciadamente están enamoradas de quienes les lastiman. Así que el mensaje inicial de la Policía estaba claro que no iba para ellas ni para ellos. Era para aquellas parejas que sí tenían algo que celebrar: su amor. Por cierto que previamente, antes de la polémica, la Policía ya había publicado un mensaje bien claro y bien explícito donde, aprovechando el día y sus connotaciones, se animaba a denunciar el maltrato.



Este es un ejemplo práctico de lo difícil que es ser community manager y no morir en el intento. De sus inconveniencias están las redes llenas. También de sus momentazos. Está claro que lo que se espera de quien gestiona las redes sociales de una compañía o institución es que encuentre la manera más atractiva de trasladar un mensaje para que capte la atención de los usuarios y, por extensión, su compromiso con la marca. En esto, como en todo, hay cinco reglas de oro:

-Piensa dos veces antes de hablar o escribir. Vale más llegar dos segundos tarde a la red que encender un fuego por la precipitación. 

-Hay temas sensibles que soportan mal el humor, así que evítalos o camina sobre ellos con pies de plomo, a no ser que te quieras arriesgar a ser un incomprendido. 

-La ironía es muy difícil de transmitir y captar, más en Twitter. Ni siquiera recurriendo a las comillas. 

-En un universo repleto de troles y de tuiteros más papistas que el Papa, no discutas, ni vayas de listo, ni escondas la cabeza debajo del ala después de meter la pata.  

-Hagas lo que hagas, digas lo que digas, siempre habrá alguien a quien no le guste. 

Si la Policía hubiera dicho en su tweet “Amarse no es delito” o “Si te “roba” un suspiro no es delito”, quizá no habría sido tan original, pero los polis se habrían arriesgado menos. Ahora bien, ten por seguro que igualmente alguien le vería algún inconveniente.


1 comentario:

  1. Ganas de ver maltrato donde no lo hay o mal intención a quien no la tiene.

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